En aquel punto de reunión de daba cita toda clase de amantes de la velocidad sobre dos ruedas, a lomos de sus legendarias, poco fiables, lentas y pesadas BSA, Norton y Triumph, amén de máquinas surgidas de la mezcla de ellas, como las Triton.
Eran los "ton-up boys", los antecesores de los rockers, aquellos que se daban de leches con los mods en la playa.
Eran los ton-up, porque alcanzar un "ton" de velocidad era su meta, las cien millas por hora, unos 160 km/h. Para ello preparaban sus arcaicas motocicletas hasta los límites de la cordura con la tecnología de entonces.
Mucho ha llovido desde entonces, pero aún hoy día aquel tipo de máquinas son amadas por muchos motoristas de hoy. No digo moteros, mucho ojo, palabra que odio por las implicaciones que se le dan hoy, y con las que no comulgo en absoluto, no quiero encasillarme en ese grupo tan variopinto y mayormente anodino de personas. Me considero un mero motorista, amante de las motos, los motores, la historia de lo que me gusta, y me quedo ensimismado viendo fotos de aquella época, o admirando preparaciones actuales que emulan a aquellas legendarias máquinas.
Eran y son las café racers, motos que eran para correr por la calle, la vía pública, y luego se contaban las anécdotas y secretos al calor del bar tomando un café bien cargado.
Esta es sobre la base de una CB de los 70 |
Y esta otra es una redecoración con colín mini, sobre una Ducati neo-retro style:
Muy brutal, la amo |
Celeste mate, genial!! Ojo, arranque a patada "kickstart" |
No hay que explicar nada de la donante de ésta |
Oh, yeahgg!! |
Y paro ya, que no hay que quemar al personal.
Me voy a dar una vuelta en moto.
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