Hoy empecé donde lo dejé ayer, claro. Previa lubricación de las toricas de los enganches rápidos de los tubos de gasolina al depósito, poner éste en su sitio, y a continuación el conjunto sillín-colín, es coser y cantar, y son solo cuatro tornillos.
Pero me esperaba el plato fuerte: cambio de retén y un casquillo separador del piñón de ataque. Esta operación llevaba bastante tiempo pendiente, porque desde que la compré, siempre ha ido cayendo una gotita de aceite cada vez que la aparco. No es que sea muy importante, pero esas cositas joden.
Cuando cambié el kit de transmisión, aproveché que estaba desmontado el piñón para cambiar el retén, pero resulta que éste va atravesado por un casquillo que estaba un pelín marcado por el desgaste, de modo que al poco tiempo volvió a fugar de nuevo.
Bueno, el intríngulis de la operación reside en sacar el piñón sin desmontar la cadena, tarea que yo tenía mis dudas que se pudiera realizar, pero había que intentarlo y, si no era posible, se dejaría para el siguiente cambio de kit de transmisión.
Este es el escenario:
Una "chapita" doblada impide que la tuerca se afloje accidentalmente, que de todos modos iba a ser difícil pues va apretada a 176 N/m. Se desdobla, y a continuación le doy uso a mi flamante pistola de impacto (comprada en Lidl on line por módico precio), que en un periquete la extrajo sin mayor problema. ¡Qué invento, qué bendición!
Et voilá |
Tuve que aflojar la rueda y sacar la cadena de la corona trasera para dejarla bien suelta y poder separarla lo más posible del piñón. Me costó bastante trabajo, y tuve que usar ingenio, destornilladores a modo de palancas y apuntalamientos, y por fin salió el dichoso piñón. Ya tenía a la vista el casquillo y el retén:
Sacarlos fue un juego de niños, en la siguiente imagen pueden verlos junto con una tórica que va al fondo del todo y que hay que poner nueva también:
Remontar todo bien engrasadito para que entre fácil no tiene mayor historia, y después vino la cosa de introducir el piñón en su sitio, lo que me costó un poco, pero con paciencia y maña di en el clavo. Poner la rueda en su sitio, dar la tensión adecuada a la cadena, y apretar de nuevo con la pistola fueron los siguientes pasos.
Como colofón, volver a doblar la "chapa de seguridad", usando este truco que me enseñó A. Lozano, mi maestro y gurú de los neumáticos:
Bueno, esto ya va pareciendo una moto, sí señor. Se me hizo tarde, y tenía que hacer otras cosas en casa, de modo que paré ahí y recogí en ese momento. Sólo queda montar batería y poner aceite en el motor para proceder al arranque.
Ella está desseando que le dé caña ya. |
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