Bueno, el caso es que no pude rematar la faena con mis limitados medios. Mi mecánico me recomendó aplicar calor a la pista del rodamiento inferior para facilitar su extracción, pero después de fundir literalmente un mini soplete que tiene el limitador para flambear en la cocina, y de aporrear sin éxito alguno, tuve que ir al taller de A. Lozano donde está acostumbrado a lidiar con estas empresas:
Con un soplete más adecuado, un tornillo de banco como es debido, y la técnica adecuada en precisión y fuerza, se extrajo la reticente pieza y se montó la nueva en su lugar. Después de ver cómo lo hizo, pronto llegué a la conclusión de yo jamas habría podido hacerlo en mi casa…
Sea como fuere, la tarde siguiente la dediqué al montaje y breve prueba por la ciudad para comprobar que todo iba perfecto. Aparentemente así es.
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