martes, 26 de diciembre de 2023

lunes, 25 de diciembre de 2023

martes, 19 de diciembre de 2023

La historia negra


 Debido a que los españoles tienen interiorizada y asumida la leyenda negra, nadie creería, por ejemplo, que John Smith, el de Pocahontas, estaba basado en Juan Ortiz (un marino español cautivo por nativos americanos en Florida) , Robinson Crusoe en Pedro Serrano (un capitán español que en 1526 sobrevivió a un naufragio en un banco de arena del Mar Caribe),  Mr Livingston supongo... no supongas, lo que descubrió estaba ya descubierto y documentado dos siglos antes por el misionero español Pedro Páez. 

Darwin copió a Félix de Azara, que llevaba ya tiempo gritando lo de la evolución de las especies y la selección natural; de hecho Darwin lo mencionó en su libro, pero lo borró en la versión final. 

James Cook encontró a los Hawahianos cocinando con cacerolas y chapurreando palabras españolas.

Hawái fue descubierta por el malagueño Ruy López de Villalobos a mediados del XVI,  y la Antártida por Gabriel de Castilla en 1601. Pero la medallita se la puso Cook que robó los mapas españoles en Manila en 1768 y siguió el rumbo de estos para salir en los libros de historia.

El salvaje oeste no era salvaje, era español con pueblos y caminos españoles. Hasta el jefe indio Jerónimo hablaba español y estaba bautizado. 

En Nueva Zelanda y Australia había descendientes españoles cuando Tasman puso el primer pie en la isla.

Nos hemos criado con películas donde los piratas robaban tesoros de los barcos españoles, pero la realidad es que sólo un 3% de los galeones que llegaban de América fueron robados por piratas, y él mayor botín del mar lo consiguió Luis de Córdova y Córdova, que apresó 55 barcos británicos de una sola tacada cargados de oro.

 Blas de Lezo doblegó a una flota británica en 1741 de 180 barcos.

 Antes, en 1589, los ingleses perdieron otra de más de 140 galeones al intentar atacar La Coruña. Pero sólo hemos oído hablar de la Armada Invencible y Trafalgar. 

Alaska era española y Taiwán también. 

Para piratas, Pedro Niño, que entró por el Támesis hasta Londres, y no Drake que huyó a nado dejando a su hermano y su flota entera, que fue hundida por los españoles en el caribe.

Y así un largo etc. etc. etc. de cosas que casi ningún español sabe ni le han contado. 

La historia de España y del mundo la escriben los anglosajones, principalmente Inglaterra, y antes Holanda, ahora EEUU, y aquí la enseñan en el colegio como la escriben ellos...

 Curiosidades a vueltas con nuestra leyenda negra.

lunes, 18 de diciembre de 2023

jueves, 7 de diciembre de 2023

lunes, 4 de diciembre de 2023

domingo, 3 de diciembre de 2023

Temores

Lo que Orwell temía eran aquellos que prohibirían los libros. Lo que Huxley temía era que no hubiera ninguna razón para prohibir un libro, porque no habría nadie que quisiera leerlo. 
Orwell temía a quienes nos privarían de información. Huxley temía a aquellos que nos darían tanto que nos reducirían a la pasividad y el egoísmo. 
Orwell temía que se nos ocultara la verdad. Huxley temía que la verdad se ahogara en un mar de irrelevancia. 
Orwell temía que nos convirtiéramos en una cultura cautiva. Huxley temía que nos convirtiéramos en una cultura trivial, preocupada por algún equivalente de los Feelies, la orgía y el abejorro centrífugo.

Como observó Huxley en Un mundo feliz, los libertarios civiles y los racionalistas que siempre están alerta para oponerse a la tiranía "no tuvieron en cuenta el apetito casi infinito del hombre por las distracciones".
"En 1984", añadió Huxley, "la gente se controla infligiendo dolor. En Un mundo feliz, se controla infligiendo placer".

En resumen, Orwell temía que lo que odiamos nos arruinara. Huxley temía que lo que amamos nos arruinara.
 

sábado, 2 de diciembre de 2023

Anclado en los 90

Spotify me ha comunicado una serie de estadísticas sobre lo que he escuchado este año que ahora pronto acabará, y aunque cada vez me abro a más cosas nuevas, incluso tengo una lista de reproducción de autores en castellano (siempre repudié el pop y el rock español), me ha sorprendido las siguientes dos listas: canciones y artistas más escuchados. Aunque han penetrado mi cerebro a través de mis pabellones auditivos cientos, quizá miles, de veces, no dejan de gustarme, me enamoro una y otra vez, me quedo loco con algunos pasajes, rifas solos, y letras. 
Fueron y algunos todavía son irrefutablemente geniales y únicos, frutos de singulares coincidencias en el espacio y el tiempo, o puede que no. Pero cuesta creer que vuelvan a aparecer bandas tan bestiales. 


 


 

cita:


 

viernes, 1 de diciembre de 2023

domingo, 26 de noviembre de 2023

Amarga baja, marga baja

Cuando en 2012, durante un viaje con amigos a Barcelona, me fue descubierta esta banda navarra, cuyo tema estrella de su último álbum (de 2011), Toro, me maravilló. Yo nunca fui seguidor de grupos de habla castellana, el pop español siempre me aburrió muchísimo, y del rock ¿qué decir? (rancio, obsoleto, carente de mensaje, lírica, emoción).
Pero El Columpio Asesino es diferente a cualquier otra cosa musicalmente hablando, e inmediatamente me convertí en seguidor, y casi fan. Durante años me fui empapando de su legado, de su estilo, de su técnica, y de cómo con unas voces que casi se pueden tildar de anodinas e incluso cacofónicas, junto con un estilo instrumental sin alardes ni complicaciones, pueden dar un resultado tan genial, tan único.

Y el verano de 2022 estuvieron tocando en las Fiestas Colombinas a 300 metro de mi propia casa y no me enteré... desastroso, un hecho que me produjo casi una depresión. Inmediatamente, pensando que andarían de gira, me puse a buscar entradas para Sevilla o Granada, pero repentinamente y sin avisar se suspendió esa gira. Nada se decía en las redes sociales de la causa. La congoja fue en mí, y la sensación de vacío por haber perdido aquella oportunidad única de poderlos ver tan cerquita, en Huelva, se convirtió en un agujero negro emocional que se alimentaba de sí mismo para crecer continuamente. 
Y de pronto, el silencio desapareció, y se anunció una gira final de despedida: el grupo se disolvía. Y yo no podía dejar pasar esa nueva y última oportunidad, por lo que inmediatamente adquirí, y hablo del mes de marzo o abril, no recuerdo, un par de entradas para mi amigo Mariano y para mí, para la cita del 18 de noviembre en Sala Custom, Sevilla, a la que posteriormente se nos uniría mi Julio (que fue quien me los descubrió en aquel apartamento de Barna).



 Como casi siempre pasa, cuando la banda tiene guitarras, el sonido gana en vivo. Un concierto muy bailongo, un sueño cumplido, me conformo con poco. Lo mejor fue el día completo que compartimos los tres desde el almuerzo. 

sábado, 25 de noviembre de 2023

Para eso no dormimos


 Hay que soñar en grande. Para soñar en chico no nos vamos a dormir. 

Pedro Acosta

Cuestión de perspectivas


 Léase “billones” como “miles de millones”, consecuencia de traducir literalmente del inglés americano. 

Las masas


 

Así somos


 

miércoles, 8 de noviembre de 2023

domingo, 29 de octubre de 2023

Tentudía se resiste

El sábado día 28 de octubre tenía a mi disposición toda la mañana libre, lo que quise aprovechar para realizar una ruta largamente esperada. Ya la tenía bien estudiada sobre el mapa, y cargado el track en el móvil en la app Osmand, que se ha revelado como fácil de usar y eficaz sobre el terreno, aunque tiene la pega de que consume bastante batería, y aún enchufado el celular al cargador de la moto, se va vaciando lentamente (aún así, daría para varias horas de ruta). Lo achaco a que quizá mi batería no se encuentra en lo mejor de su vida útil. 
El pisteo comenzaría en Beas, siguiendo la pista que tira hacia Niebla, ancha y recién repasada. El sol está bajo y me da de cara, por lo que voy con mucha precaución. Llego hasta el puente sobe el Tinto, me asombro de la cantidad de agua que lleva, que no deja ver las piedras del fondo y su peculiar color rojizo. Al cruzar este puente, enseguida tiro a la izquierda por una pista que antiguamente sería una vía de tren, y veo algún cartel defendiendo la creación de la "Vía Verde del Tinto", proyecto largamente ansiado por la comunidad ciclista y senderista de la provincia. 
Pronto llego al puente que significa la carretera de Valverde del Camino a La Palma del Condado: 

Al fondo, las nubes que serán protagonistas más tarde...

Paso por debajo, y sigo la antigua vía férrea, hoy desmontada (sólo afloran a veces algunos durmientes carcomidos).


 Unos cuatro o cinco kilómetros más adelante debo dejar este camino para coger a la derecha una pista de dificultad incierta que me llevaría a la carretera de La Palma a Berrocal. Este tramo del antiguo ferrocarril minero se hace eterno por su incomodidad, lleno de piedritas que sobresalen aquí y allá, a ratos circulando peligrosamente cerca del borde del camino a varios metros de altura sobre el agua, a veces tramos de barro... Y yo con mis neumáticos lisos jugando con fuego. ¿Es esto acaso la emoción del trail?
Sea como fuere, avanzo muy lentamente dadas las circunstancias, ya lo tenía previsto porque he pasado por aquí varias veces, en moto, en coche y a pie. 
Y cuando quedan sólo unos treinta o cuarenta metros para coger el desvío, el reciente temporal ha dejado un árbol cruzado sobre el camino, imposible de rodear o esquivar para mí y mi máquina. Oh, desolación. Con lo que he sufrido estos últimos cinco o seis kilómetros, sólo faltaba esto. No hay más opción que desandar el camino hasta la carretera de Valverde, y allí decido obviar el tramo de pista que me llevaría hasta Aznalcóllar. Doy un tranquilo paseo hasta este pueblo sevillano por carreteras secundarias, pero cuando llego hasta allí es bastante tarde, y está empezando a llover, el cielo está muy oscuro, y se ha levantado viento. He perdido mucho tiempo recreándome con el Río Tinto. Quedan aún 120 km hasta el Monasterio de Tentudía, y después habría que volver... imposible llegar a tiempo para almorzar, y no le puedo hacer esto a los míos. Así que decido abortar en este punto la ruta trail para retomarla próximamente desde aquí.
Decido subir hasta El Madroño, donde desayunaría a las 12:30, vaya horas, y tomaría a continuación por Ríotinto  para bajar por la N-435 hasta Huelva.
Mi viaje truncado ha sido así. Me quedó un sabor agridulce, primero por ir yo solo, lo que supone demasiada aventura tratándose de una moto de estas características, lo que me impide lanzarme a acometer determinadas empresas por el peso y las limitaciones de suspensiones y geometrías. En segundo lugar porque no me pareció, sobre el papel, una ruta demasiado ambiciosa, y sólo pude hacer la mitad.  
En modo maxitrail hay que estudiar mejor todo esto, y la experiencia sin duda me ha servido.

viernes, 27 de octubre de 2023

Cagiva 900 Le Touquet



Esta moto tiene una historia especial. En 1990, Sima, el entonces importador francés de Cagiva, Husqvarna y Ducati, fabrica esta máquina por encargo de François Vincent, en aquella época director de la revista Moto Journal, para la carrera Holeshot del Enduro du Touquet (para quien no lo sepa, se trata esencialmente de una carrera de velocidad en la playa del mismo nombre, de unos 8 km de largo).

Un monstruo artesanal con el motor Ducati Paso 900cc ex Cagiva Elefant Auriol del París- Dakar, desarrollando 85cv y pesando tan solo 132kg. Suspensiones y varias partes vinieron de una Husqvarna TE 510. Esa moto se llamaba el Detonador Cagiva. 

También se hizo una versión supermotard:

miércoles, 25 de octubre de 2023

BMW Baja 1986

 Gaston Rahier y  Eddy Hau consiguieron ganar la BAJA-1000 en 1986. 

Peso en orden de marcha (curb weight), con fluidos y gasolina: 155kg!!




Más reseñas fílmicas

- Sin tiempo para amar (Loveland) 


Jack es un joven que trabaja como asesino a sueldo que verá como su vida se verá alterada por dos personas, una cantante de un club llamada April de la que se enamora, y un misterioso científico llamado Dr. Bergman. A medida que la relación entre Jack y April va creciendo, Jack se va volviendo físicamente más débil, incapaz de llevar a cabo sus encargos. Hasta que el científico descubre las impactantes razones que se esconden tras la aflicción mortal de Jack.

Película casi absorbente, interesante, con una estética particular, propia de las grandes ciudades orientales modernas, ambientada en un futuro incierto y quizá no muy lejano. Me gustó mucho, y creo que merece ser vista por los aficionados al buen cine, pues tiene muchos detalles de dirección y realización.

- Beyond the edge 



Un científico y un voluntario piloto estaá en una misión para llegar a la final del universo. Después de 13 años, la nave se estrella contra el fin del universo y se adentra en lo desconocido. 
Este filme, protagonizado por actores más o menos convincentes, recibió una crítica nefasta. Quizá es demasiado larga para los problemas que plantea, pero si uno la ve con atención, detenidamente, aunque algunos de sus pasajes puedan parecer repetitivos y sin sentido, termina por comprender su finalidad. Hay que ver la película como un todo que explora las posibilidades del tiempo y el espacio, alternativas de diferentes versiones de los protagonistas. La posiblidad del multiverso se abre paso cuando vamos conociendo más y más, y todo ello con una producción que aunque desarrolla algunos efectos especiales, mantiene el 90% de la acción en una pequeña cápsula espacial donde conviven los viajeros. No me entretuvo, pero me gustó el planteamiento y se sale de la típica peli de ciencia ficción espacial.

-Babylon


O también podría titularse "gran desmadre a la americana del mundo de un Hollyvood temprano", pues se trata de eso básicamente, mucho desmadre, mucha fiesta, mucho desfase... o al menos esta es la introducción que la propia película nos hace en sus minutos iniciales. Pero no. Babylon es un pedazo de film, casi una superproducción de las de antaño, que retrata a sus protagonistas, una actriz novata (M. Robbie), que se abre paso en este difícil mundo con las armas que mejor sabe usar, y por otro lado un veterano actor (B. Pitt), casi en decadencia, en un momento clave en la historia del cine que es el paso del mudo al sonoro, toda una revolución. Peli llena de numerosos actores secundarios, absolutamente todos magníficos, que muestra la dureza de un negocio que puede ser tan maravilloso como cruel y despiadado, y aunque puede ser larga, no le sobra ni un minuto de metraje. Una obra de arte absoluta, imprescindible, que pareció pasar sin pena ni gloria por nuestras salas, y que lamento no haber podido ver en la gran pantalla.

No deben salir a la calle sin haberla visto y, por supuesto, disfrutado.

- Band of brothers


Miniserie de diez episodios que pude disfrutar en Netflix, que narra las peripecias de un grupo de soldados norteamericanos de la 101 aerotransportada durante la Segunda Guerra Mundial. 

Se nos cuenta su entrenamiento en los USA, el lanzamiento sobre Europa, y sus incursiones y diversas misiones que llevan a cabo durante meses hasta que se declara el final de la guerra. Se muestra el horror de los enfrentamientos, el miedo, el frío, la impotencia, la crueldad, y también el valor de unos jóvenes que vinieron sin saber muy bien a qué. 

Actores algunos conocidos, otros no tanto, que en general hacen buen trabajo (ya casi no hay actores malos), ambientada a la perfección, guion y diálogos rayanos en lo filosófico a veces, moralina habitual en estos filmes (máxime si Hanks y Spielberg están detrás).

Muy entretenida, la vi casi del tirón.

- La leyenda de Molly Johnson



- Los asesinatos de la luna


Los oscuros años 20. La tribu original de las tierras norteamericanas que fueron desplazadas por el país hasta acabar confinados en un territorio de Oklahoma donde felizmente aparecieron numerosos yacimientos de petróleo, los Osage, pasaron de ser unos proscritos pordioseros a convertirse en millonarios de la noche a la mañana, pero pronto descubrieron que aquella fortuna se había convertido en una maldición. Los yacimientos y el dinero resultante terminaron creando toda una red de "intermediarios" que, poco a poco, se fueron asegurando la herencia del patrimonio acelerando el proceso asesinando a los legítimos dueños de las ahora codiciadas tierras por el camino. 
Tras varios cambios de guion, basada en un libro en el que la historia se centraba en la aparición del FBI y el proceso de investigación de los crímenes perpetrados para hacerse con el poder del oro negro, DiCaprio, quien iba a encarnar al investigador principal, quiso cambiar la historia y centrarla en el esposo de una india nativa encarnada por Lily Gladstone, actriz que a la postre se lleva el mayor reconocimiento del público. No estoy muy de acuerdo con este reconocimiento, quitando que sí esté de acuerdo con que Lily lo hace bien (dentro de un papel mayormente hierático, pues es la costumbre y raza de los indios nativos el ser, como los orientales, inexpresivos), pues para mí es L. DiCaprio quien borda el papel haciendo de lerdo, un estúpido que casi no sabe leer, manejado por su tío (interpretado por De Niro, haciendo de De Niro una vez más, que tío más plano) y su hermano, debatiéndose continuamente entre su amor por la india y las órdenes criminales del tío.
Demasiado e innecesariamente larga, considero una total pérdida de tiempo las más de tres horas que pasé sentado en el cine el día de su estreno. Prescindible. Soporífera. Aburrida. Predecible.

- Reptiles


Peliculón. El siempre serio B. del Toro nos regala una vez más una actuación de libro, bien acompañado de Alicia Silverstone, que borda su papel de esposa aguerrida. En la investigación del asesinato de una agente inmobiliaria, se descubre una trama de corrupción policial al más alto nivel, que alcanza a sus más allegados compañeros y familiares. Cualquiera parece ser el culpable, y la tensión se mantiene hasta el final, en un increscendo incesante a medida que del Toro descubre cosas. 

No falta algo de acción, como en toda película policiaca, y mucha intriga. Película bien rodada y producida, con tomas magistrales, diálogos absorbentes, miradas penetrantes, silencios, música que acompaña a la perfección el momento... sobresaliente. Imperdible.

martes, 24 de octubre de 2023

Desmoengendro: 900SS E. Dietrich

Un particular, no un taller especializado, sino un señor echándole horas a modo de hobby, ha perpetrado esta cosa que yo jamás habría osado, no por falta de capacidades, sino por no mancillar la belleza intemporal de una casi obra de arte que es una SS900 de faro cuadrado. 
Así tenemos ante nuestras pupilas una máquina a la que se ha despojado de todo lo que le otorgaba belleza, perfectamente conjuntada, casación inigualable de la imagen del chasis enrejado en acero con los laterales del carenado, formas redondas donde tenían que serlo, y rectas donde la fluidez y la armonía lo aconsejaban, y se ubica ahora un un amago de careta con un minifaro, absolutamente ridículo. 
El depósito original ha pasado a mejor vida, y en su lugar hay algo que parece sacado de una Husqvarna Svartpilen, que horizontaliza las líneas generales, y el colín... no sé en qué se inspiró el creador, pero gastar tiempo y masilla y fibra para acabar haciendo algo que parece una mezcla de Hayabuya, MHe y la versión de inyección electrónica de la SS, es cuando menos de una dudosa estética. Pero si al dueño le mola, pues palante.








 

viernes, 20 de octubre de 2023

Suzuki DR350 especial PD

A veces lo más sencillo es mejor. Un detalle por aquí, un quítame eso que sobra por aquí, añádeme aquello otro que aumenta el interés... y voilá:





 

miércoles, 18 de octubre de 2023

martes, 17 de octubre de 2023

Alpujarras, Tabernas y Gorafe

La crónica de este viaje se me pasó, pero lo recuerdo todo tan bien que, aún seis meses más tarde, me he animado a dejar constancia en este mi cuaderno de bitácora. 

Aprovechando unos días de vacaciones en Semana Santa, hice un viaje en solitario, como casi siempre, largamente esperado y planeado. La idea era ir tranquilamente por carreteras secundarias hasta Lanjarón, donde haría noche. Al día siguiente saldría en dirección Tabernas, donde ya estuve con Pedro H. y nuestras 690 en un viaje "desértico" hace cuatro años, pero esta vez la idea era subir el puerto de Velefique, amén de disfrutar de las magníficas carreteras y paisajes únicos de la zona. Ese mismo día volvería sobre mis pasos hasta Guadix, donde haría la segunda noche y establecería mi particular cuartel general, con la idea de visitar la sierra de Cazorla al día siguiente, y el desierto de Gorafe al otro día. Pero a veces no todo puede salir como uno planea...

En Grazalema se despegó la suela de mi bota de turismo. Tenían estas botas veinticinco -25- años ya:


Como llevaba ropa de calle "casual wear" en las maletas, aunque no me hizo mucha gracia, no tuve más remedio que guardar las botas y ponerme las Vans, muy cómodas pero de nula protección frente a caídas o golpes. Un mal menor, supongo, ¿qué otra cosa podría hacer? Me tomé un café en una linda plaza del bonito y famoso pueblo blanco de la sierra de Cádiz, mientras meditaba y asimilaba los maravillosos paisajes y carreteras de curvas que había trazado hasta llegar allí. Pero lo que siguió hasta la llegada a Lanjarón no desmereció ni un ápice. Han pasado casi seis meses de este viaje, pero los recuerdos los tengo tan vívidos como si lo hubiera hecho ayer.
Lanjarón me acogió con bastante luz diurna aún, y tras un rápido check-in en un hotel barato pero suficientemente acogedor y con garaje para la Tigre (Hotel Nuevo Manolete), me di un reconfortante paseo por sus calles, llenas de plantas, fuentes y poemas: 











Cené bastante bien en Bodega González, todo demasiado rico para resistirse, pero hice mi consumición con calma y disfrutando del ambiente y jaleo de los parroquianos. Marché a dormir volviendo por la calle principal del pueblo, llena de bares y heladerías, pasé la noche confortable. 
A la mañana siguiente me levanté sin prisa, busqué un lugar para desayunar no muy lejos. Compré algo de comida para el resto del día (cosas de los viajes low cost), monté el equipaje en la moto, y tiré hacia Tabernas por la carretera que atraviesa Las Alpujarras, de precioso trazado, con paisajes que yo no conocía. Me quedé maravillado, es uno de esos sitios a los que hay que volver, y es que Granada tienen tanto que ofrecer y por descubrir...




El miniStelvio que es subir Velefique me llenó de emoción. ¿Cómo será recorrer esos famosos puertos de los Pirineos y los Alpes? 
Mucho ciclista por la zona, y la verdad es que lo merece. No me recreé demasiado por Tabernas, ya lo conozco bien. En cambio, almorcé frugalmente, tras pasar por Olula de Castro y Castro de Filambres, en Bacares, en el hotel-restaurante Las Fuentes, donde tenía un pajarito en una jaula que para beber tiraba de una cuerdecita para subir un pequeño cubo a su altura. Curioso. ¡Qué pájaro más listo!
Volví enlazando de nuevo la bellísima carretera alpujarreña (A-348), hasta el Puerto de la Ragua, que cruza Sierra Nevada y prácticamente desemboca en Guadix, mi destino final de ese día. 
El famoso puerto es totalmente recomendable, emocionante, exprimí las marchas cortas de mi moto inglesa y el rugido rebotaba entre las montañas y era algo bonito. 


Guadix es una ciudad interesante, y me alojé en una casa turística regentada por un señor mayor, catalán, que enamorado de esta tierra, cuando se jubiló vendió todo lo que tenía, incluido su negocio concesionario de Jaguar en la ciudad condal, para quedarse a vivir en esta singular ciudad, pequeña en tamaño y habitantes, pero muy rica en cultura e historia. 
El fallo fue que la susodicha casa se encuentre en plena Carrera Oficial, y yo, que venía huyendo de la Semana Santa de mi ciudad, me tuve que comer una noche atronadora de tambores, cornetas e incluso alguna saeta... el horror.
Pero hasta ese momento, paseé por la localidad encantado con sus rincones, sus puentes, su catedral, sus gentes... Cené muy gustosamente en el restaurante-vinoteca El Refugio, un sitio moderno, chic, pero sin perder el punto granaíno. Me gustó mucho, aunque no es barato. 
Tras la ruidosa noche, tomé el mejor desayuno que pude encontrar no sin mucho buscar, pues soy de despertar temprano (a pesar de todo), un café doble y tostada de buen jamón, y emprendí el camino a la sierra de Cazorla, por unas entretenidas carreteras en las que descubrí el típico paisaje jienense lleno de olivos y olivos y olivos por todas partes: 


El pueblo de Cazorla estaba abarrotado de turismo, no lo esperaba a pesar de las fechas. Tardé una eternidad en cruzarlo en medio de un tráfico caótico, más propio de localidades playeras en agosto. El día era cojonudo, buena temperatura y cielo limpio de nubes. Recorrí la carretera que va por el parque natural, algo impresionantemente bello, en busca de una pista que atraviesa el parque, para encontrarme con un cartel que prohibe la circulación a motos y quads. Me quedé con cara de tonto mientras pasaban a mi lado varios todoterrenos, algunos de ellos humeantes. No es la primera vez que veo una prohibición así, y no merece la pena ni comentarlo. Di media vuelta y volví por donde había ido, parando en una curva del camino donde hay un puesto para tomar un refresco y comprar algo de agua. 
Allí, a la sombra de enormes árboles, tuve un rato delicioso de contemplación mientras saboreaba una  tapa de choricillo que acompañó a la coca-cola.
Yo iba ya haciendo mis planes para la tarde, pues no estaba dispuesto a pasar noche en Guadix de nuevo y sufrir las incomodidades de la Pasión de Cristo en plena efervescencia de Miércoles Santo. De modo que tomé un frugalísimo almuerzo con los restos de comida que aún llevaba en la bolsa sobredepósito, y decidí visitar el geoparque de Gorafe, que resultó ser un sitio inesperadamente espectacular, no sólo por su singular estética, sino por los recorridos habilitados para visitarlo.






Curiosísimas las formaciones del terreno, conocidas como badlands, tierras malas, pues no sirven para cultivar (quizá sí para el pastoreo de cabras):


Todo bien señalizado, con diversas rutas para senderismo, btt, o vehículos todoterreno. Además, hay un interesante yacimiento de restos prehistóricos. Todo un descubrimiento, muy chulo.
 

Y como terminé la visita con tiempo, volví a Guadix a recoger el equipaje, me despedí de mi anfitrión, y tomé la autopista A-92 para llegar a tiempo para la cena a casa de los viejos en Dos Hermanas, 300 km del tirón sólo parando para echar algo de 95 octanos a la incansable Triumph, que demostró ser una viajera incansable, cómoda, potente, y con más capacidades para el offroad de lo que su tamaño y peso pueden sugerir.
Aunque condensé los dos últimos días en una sola jornada, vi todo lo planeado, aunque me quedé con ganas de más moto, y es que viajar con una maxitrail no tiene nada que ver con hacerlo en la ligera KTM 690, para lo malo y para lo bueno.