En su primera aparición pública, en Le Mans, ambos Mercedes CLK LM clasificaron primero y tercero en parrilla (sólo el Toyota GT-One número 28 pudo interferir. El primer Porsche 911 GT1 fue cuarto, un segundo más lento que el CLK de Gounon/Bouchut/Zonta.
Pero muy pronto la demostración de poder de las "flechas plateadas" tornó en una completa humillación: el coche de Ludwig/Schneider/Webber (el de la foto que pongo aquí) tuvo una avería de motor tras la primera hora de carrera. El motor del otro coche, el número 36, rompió justo una hora más tarde por el mismo motivo: una correa de la bomba de agua defectuosa.
Pero no deja de ser uno de los más bellos ejemplares de la edad de oro de la resistencia.
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