Tiempos modernos traen nuevos inventos. Contra lo que uno pueda pensar, y aunque la obsolescencia programada es pan nuestro de cada día, es cierto que las novedades técnicas nos traen ventajas. En el mundo del ciclismo ha habido últimamente varias revoluciones, la más sonada fue el paso a las ruedas de tamaño 29 pulgadas.
Pero hay otra cuestión, el de las transmisiones monoplato, cuya implementación se ha debido al desarrollo de tres conceptos que han tenido que coincidir en el tiempo.
Y digo esto porque lo de llevar un sólo plato delantero no es algo nuevo per se. Ya había disciplinas en las que las bicicletas sólo usaban un plato, como en descenso, o four cross, pero es cierto que en su práctica no hay que hacer rutas largas o remontar cuestas, con lo que no existía la necesidad de tener un rango amplio en los desarrollos.
Para hacer las rutas habituales uno no puede prescindir de desarrollos cortos que ayuden a escalar, pero tampoco se puede renunciar a desarrollos más largos para llanear con soltura o enchufarse cuesta abajo.
Ya hace muchos años yo eliminé el plato grande 44 dientes de mis bicis, pues lo usaba poco, y siempre estaba más expuesto a golpes en las trialeras. Incluso en una de mis bicis hice un experimento hace diez años quitando el desviador delantero y dejando sólo el plato de 32 dientes, añadiendo una corona más grande al cassette, pero aparecieron otros problemas, con las salidas de cadena por el plato con los baches y saltos (obligándome a instalar un guíacadena), y que el desarrollo no era suficientemente corto para algunas cuestas: la piñonera era de nueve piñones 13-38, que con el 32 delante se hacía duro cuando la cosa se empinaba más de la cuenta. Al final tuve que desistir y volver a dos platos y 11-32.
Ahora hay varios fabricantes que ofrecen piñoneras con rangos increíbles de 11-46, 11-50, 11-51, en diez, once y doce velocidades, incluso si se acompaña con núcleos especiales, podemos aumentar el rango a 9-50, que es más de un 500%. Esto hace poco tiempo no existía. Y claro, esto tiene que ir acompañado con un desviador trasero con capacidad para jugar con semejantes tamaños de piñones, y con un sistema de tensión de la pata de las ruletas que asegure que siempre hay tensión suficiente en la cadena para que no vaya loca. Y finalmente, los platos delanteros especiales para estos fines, con un tallado especial (narrow-wide) para evitar salidas de cadena sin tener que recurrir a guiacadenas ni inventos.
Aunque todas mis bicis son especiales para mí por uno u otra razón, decidí hacer la conversión a la Trek Sawyer. Si ese velocípedo ya de por sí es un poco freak, ahora lo será aún más, por esa mezcla neo-retro que supone.
Esta es la rueda con el cassette original, un 12-36 de nueve velocidades:
Y aquí con la nueva piñonera de once velocidades en rango 11-50:
Se puede observar el tamaño de los piñones más grandes, talla paellera. El cassette es de la marca Sunrace, más asequible que sus homólogos Shimano o SRAM
Para que el desviador llegue eficazmente al piñón más grande sin roces indeseables ni problemas, hay que añadir a la patilla del cuadro un suplemento (goat link), para emular a la patilla más larga de los cuadros modernos. Eso se compra aparte y hay un rango muy variado de precios para elegir, desde el original de Wolftooth, que sale por unos 24 euros, hasta otras réplicas de diversa procedencia, con precios que oscilan entre los 3 y los 16 euros. El mío lo pillé en Amazon por 9'99 €, veremos lo que aguanta:
Hay que poner un mando del manillar para 11v, previamente ya había desmontado el mando y el desviador delantero, y el desviador trasero, y ahora le tocaba el turno al mando trasero. Todo el conjunto anterior era un SRAM X-9, y ahora he decidido cambiar a Shimano SLX para el susodicho mando, quizá la mejor relación calidad precio, que por 20 euros lo tienes nuevo, supongo que tan barato porque lo que ahora está de moda son las 12 velocidades, y se querrán quitar el stock de 11 velocidades.
Para el desviador, ya que SRAM y Shimano no son compatibles por tener distinto tiro, recuperé un XTR que tenía en barbecho, un cambio magnífico... para 9 velocidades. En mi inocencia, pensé que me iba a servir, y dudaba si iba a ser capaz de llegar al piñón de 50 dientes... pero el problema no iba a ser ese, no.
El tema que yo ignoraba era que un desviador de 9v sirve para 7, 8 ó 9 velocidades, pero no para 10, 11 ó 12, cosas de diseño, relaciones de tiro, proporción del desvío del paralelogramo y etcétera. De modo que pasaba del piñón pequeño al siguiente con el primer click, pero de ahí saltaba al cuarto con el segundo click, después al quinto, luego al noveno, y después al decimoprimero. Y para bajar lo hacía cada vez saltando de una manera diferente. Imposible de ajustar. Yo creía que había montado algo mal, pero pronto me di cuenta de que el problema era esa incompatibilidad.
El desviador de 10v, vale para 11 velocidades. el de 11 vale para también para 10, aunque no es lo ideal y pueden aparecer problemillas de ajuste fino en algunos piñones al límite del rango. También dicen que en 11 y 12 velocidades Shimano y SRAM son compatibles e intercambiables, pero en mi experiencia eso puede ocurrir o no, y para que vaya bien de verdad mejor no mezclar fabricantes.
Por cierto, los desviadores de 12 velocidades sólo funcionan con mandos de 12 velocidades, aquí no hay otra opción ni inventos.
En la siguiente imagen pueden ver la diferencia entre el desviador para 9v, arriba, y el de 11v, abajo:
Bueno, pues por fin puse todo en su sitio y lo ajusté, para lo que hay que hilar fino con los tres tornillitos que trae, ahora para llave allen de 2 milímetros (antes era con destornillador de estrella), dos para establecer los topes por arriba y por abajo y que no se salga la cadena, y el tercero, llamado "tornillo B", para ajustar la distancia de la ruleta más cercana al piñón grande cuando esté este engranado, para que no roce nada. Funciona bien, y lo he probado con una breve vuelta por mi garaje, pero me he dado cuenta viendo las fotos posteriormente de que quizá la funda del cable ha quedado un pelín corta. No sé si esto puede afectar al funcionamiento, pero quizá debería poner una nueva, no lo sé:
Vista general del velocípedo freky con su marcha más corta engranada, preparada para una nueva vida:
He metido todo lo que le he quitado en una bolsa, que pesa lo suyo, y se compone de dos mandos, dos platos de acero, un cubreplato de aluminio, dos desviadores, una cadena a la que le queda uso, y cableado completo del mando delantero. El plato que he montado es un Race Face de aluminio que tenía por el trastero para un invento que no salió bien. Pero no es el ahorro de peso el motivo del cambio, aunque siempre se agradece quitarle medio kg porque sí a la bici.
Hay una cierta belleza en la simplicidad, y un cambio menos es mejor sólo por la sencillez que aporta: menos cosas que ajustar, engrasar, limpiar; adiós a los chupados de cadena; todo es más cómodo y fácil.
Deseandito estoy de hacer una verdadera prueba en su elemento campestre, pero eso tendrá que esperar unas semanas aún...
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