Este fue mi regalo de reyes este año, un foco led para mis operaciones mecánicas. El limitador acertó, me conoce bien, y además fue sorpresivo!
Cansado de estar recolocando todo para trabajar bajo un fluorescente de emergencia y alumbrarme con una pequeña linterna del Leroy Merlin, alguna que otra vez dejé caer que cualquier día daría el paso para hacerme con algún elemento iluminativo más adecuado. Pero se me adelantaron:
¿Qué mejor ocasión para estrenarlo que con la limpieza y cambio de retenes de la pinza del freno trasero de la Monster? Dicho y hecho. Tuve que adquirir los retenes en la eBahía a una tienda en Londres, y acometí la empresa no sin ciertas reticencias, pues enredar en los frenos siempre me da un poco de respeto. No obstante, no ha sido difícil, y lo más entretenido ha sido introducir los nuevos retenes y juntas en sus alojamientos de la pinza, porque a priori pareciera que son demasiado grandes, y entre el hueco justo para meter los dedos para ayudarse, y lo resbaladizo de todo el asunto debido al embadurnamiento con grasa de montaje marca Brembo, se puede volver un poco truculento. Sin más, a mayores lo conseguí.
Una imagen de la pinza desmontada de la moto, bastante sucia tras veinte años de servicio:
Sólo queda decir que la operación fue un éxito, y el paciente está feliz y contento disfrutando de una buena capacidad de frenada sin atascos de pistones ni ruidos raros.
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