La verdad es que el "diseño" tiene altibajos en la ejecución de esta bicha. El dos-en-uno desentona un poco, con ese poco recorrido de ¿silenciador? Da idea de inacabado y, en todo caso, de demasiado gamberro e innecesariamente outsider, algo fuera de lugar en una Ducati como ésta.
Tampoco concuerda correctamente la línea horizontal, quedando el colín desubicado respecto al depósito, algo difícil de rematar cuando se trata de un depósito que trata de ajustarse a los chasis Ducati.
Aunque en verdad, no estamos ante un chasis realmente Ducati, sino en una realización custom a partir de los planos de un 999, usando diferentes diámetros y espesores, e incorporando la pipa de la dirección original de la SS donante, con el ángulo un poco diferente. Dicha dirección da sostén a las tijas de la SS, que acogen sin problemas una horquilla de Suzuki GSX-R, cuyo único atractivo visual son las punteras radiales para las pinzas. Ya ves tú. El basculante, en cambio, si es de 999.
Parece ser que el motor sufrió un overhauling en toda regla, para ponerlo al día, aprovechando para montar unos Keihin FCR, pistones de alta compresión, embrague y flywheel aligerados, culatas hechas y etc. En fin, lo mínimo en estos casos.
Pero lo que hace especial a esta moto es el depósito y el colín, totalmente hechos a mano. El depósito en aluminio, ligeramente inspirado en el de la 999, con formas más pulidas y redondeadas, más convencional si se quiere ver así, dejando más hueco para los "filtros" de aire y para que se vea con total claridad el cilindro trasero. El colín, por su parte, se fabricó sobre la base del piloto de 1098 comprado por módico precio en eBay.
En definitiva, una moto que bien podría ser una actual SS Nuda, o algo así: ligera, sencilla, bruta, adorable.
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