Y por fin llegó. El Episodio Nueve de la alargadísima saga se estrenó un jueves en pleno comienzo de vacaciones escolares navideñas, tratando así de obtener un rédito económico que hubiera sido imposible de otro modo...
Me debato, no sé si es esta última entrega o fue la séptima la peor con creces de todas las Stars Wars movies.
No quiero ni extenderme mucho porque verdaderamente no lo merece. La película es una pura mierda, una atrocidad cinematográfica que no hay por donde cogerla, aburrida (bostecé incontables veces, y en tres ocasiones estuve a punto de abandonar la sala, sólo aguantando por acompañar a mi hijo menor, a quien a la postre me confesó que se aburrió muchísimo también).
Y ahora sé porqué escogieron a la actriz que escogieron para hacer el papel de protagonista, esa Palpatin renegada que finalmente quiere ser una Skywalker, pero no que no lo puede ser porque, sencillamente, la genética es la que es: por su facilidad para soltar lagrimitas. Se pasa media peli llorando, es algo insoportable. ¿Y esa es la culminación de la sabiduría Jedi de miles de generaciones? ¿La que tiene que salvar a la galaxia? Mother of the Beautiful Love... (aquí vendría un facepalm en toda regla)
Ahorren tiempo y dinero, excluyan el susodiche filme de su lista de cosas a hacer en estas fechas, miren hacia otro lado.
No, sencillamente NO.
Luego no digan que no les avisé.
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