lunes, 2 de diciembre de 2019

Campo de concentración

Thomas M. Disch nos dejó esta curiosa novela cuya sinopsis es como sigue: 
Década de los setenta del siglo XX: Los Estados Unidos han declarado la guerra al resto del mundo y a gran parte de su propia ciudadanía, y están dispuestos a usar cualquier arma que les asegure la victoria. Louis Sacchetti, un poeta encarcelado por negarse a ser alistado, es llevado a una instalación secreta llamada campo Arquímedes, donde es testigo involuntario de los experimentos despiadados de «maximización de la inteligencia» llevados a cabo por el ejército. Los prisioneros a los que se les administra Palidina, una droga derivada de la espiroqueta de la sífilis, pronto se convierten en genios, pero hay un desafortunado efecto secundario. La Palidina resulta mortal en todos los casos.
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Obra fundamental de Thomas M. Disch —y de la ciencia ficción contemporánea—, Campo de concentración funciona como una caja china, como una novela dentro de la novela —el diario que debe escribir Sacchetti—, con todos los juegos literarios que esto implica, con todos los guiños al lector, con toda la pirotecnia del talento.
Aunque demasiado teatral a ratos, puede aburrir en determinados momentos en los que parece que la acción no avanza, pero Disch es buen escritor, ha ido hilvanando una curiosa historia casi sin que nos demos cuenta, y al final, el desenlace no es como uno espera, y sí como debería ser según lo que se ha ido exponiendo a través del planteamiento de la obra. Multitud de personajes, muchas caracterizaciones distintas con tonos muy diferentes entre ellos, juegos sicológicos, desquiciamiento, locura, genialidad... todo tiene cabida en ese campo de concentración para disidentes y aparentes pringados, cuya evolución mental es directamente proporcional al declive físico.
 
Cuando casi iba a tirar la toalla y hacer una grosera crítica de esta novela, su acción tuvo un giro magistral, bien calculado y fuera de mi contemplación como supuesto plausible mientras había estado leyendo el resto de sus páginas. Esto ha hecho que recupere la fe en esta obra en particular, y en Disch en general. Bien.


 

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