Harto de ir de pantalla en pantalla, y siendo en cierto modo asimilables algunos contenidos, he decidido agrupar mis dos blogs en uno sólo, dejando vivo únicamente éste. Tengo unas pocas entradas en modo borrador en el otro, llamado desmoengendro, que ya veré si los termino de publicar allí, o directamente los meto aquí.
A los amantes del motor raruno y freak les puede gustar. A los que no les importen las motos, las Ducatis, y las creaciones a la carta y personalizadas de italianas, pues que pasen a otras entradas más apetitosas, pero la verdad es que este blog es un poco yo, y yo soy un poco de eso, motos, italianas, ruido, velocidad y curvas.
Para abrir boca, iré añadiendo aquí las publicaciones que he ido haciendo desde el año 2015. Y para empezar, les dejo la CAFE VELOCE, de Rad:
Esta es una de las últimas creaciones de Rad, poco antes de que Pepo, alma máter de la empresa, cerrara el chiringuito.
Me gusta mucho porque tiene ese aire retro que tanto me gusta, un poco distinto (en realidad bastante) a sus obras más radicales.
Y todo es gracias al depósito sobre todo.
La donante es una GT1000 con el tanque ligeramente modificado, a la que el colín monoposto y los semimanillares le han cambiado el carácter absolutamente, haciendo algo cercano, aunque distinto, a la Sport1000.
Por lo demás, un escape dos en uno, y las típicas cositas de Rad: frenos Discaciati, embrague antirrebote y seguramente alguna ligera preparación de motor en este caso. No hace falta mucho más para tener una máquina única y muy bella.
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