Desde cierta edad, algo tan lejano ya que ni me acuerdo, me gusta la comunión entre motor, ruedas, potencia... sensaciones.
Hoy hay coches muy potentes, y los fabricantes se han embarcado en una lucha increíble con coches de alrededor de 1000 cv, llenos de tecnología, sí, pero... ¿y las sensaciones?
¿Puede un vehículo deportivo actual emocionar como lo hicieron antaño otros?
En unos días en los que casi cualquier utilitario, incluso los alimentados con esa cosa que usan las calderas, alcanza tranquilamente los 200 km/h, y además fácilmente, con seguridad, aplomo, y cualquier vaina con un permiso expedido por la DGT, en estos días, como digo, hay mucho donde elegir. Casi cada fabricante tiene vehículos basados en compactos, sobrepotenciados, que pasan holgadamente de los 200 cv, cifras que antaño estaban reservadas para coches prácticamente inalcanzables para la clase media.
Un Golf GTI actual rinde 230 cv. Hay rivales que llegan a los 300 cv según versiones. Pensemos que un Porsche 911 (993) no tenía tanta potencia, y además era muy delicado de conducir en según qué circunstancias. Hoy un GTI es un coche amable en el día a día, poco gastón, y capaz de correr tanto como para que vayas directamente a la cárcel y quedarte sin puntos en un viaje Huelva-Sevilla.
¿Esto es bueno? ¿Es malo?
Creo que nada es bueno ni malo per se. Eso son calificativos que la mente humana, en sus ganas de abstraer conceptos, inventa.
Pero vayamos a cosas tangibles, vayamos a lo emocionante, vayamos a lo que era y ya no es ni será.
Chris Harris es un probador de coches, especializado en deportivos. Por sus manos ha pasado prácticamente todo lo que se pueda llamar así, y lo plasma en unos videos amenos, en un inglés muy correcto y entendible, lleno de expresividad y emoción. No en vano, se ha convertido con el tiempo en un referente, por sus acertadas apreciaciones y su manera de transmitir lo que vive en el momento en que se pone al volante de uno de esos supercars que la mayoría sólo veremos en fotos y videos...
Recupero aquí uno de 2013, han pasado ya tres años, en el que pone cara a cara, frente a frente, a dos grandes mitos. Aunque, para ser sinceros, casi cualquier coche salido de esa fábrica es potencialmente un mito:
El video es un poco largo quizá, unos 22 minutos, pero para los más flojos o ignorantes les aviso que está subtitulado en mejicano, aunque es perfectamente entendible por un por un españolito medio. Merece la pena. Aunque sea por cultura general.
Es decir: no es que sea recomendable, es que es obligatorio.
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