Me caí en la curva de las putas.
Así de claro y directo me dijo Javi Vázquez, de Valverde, lo que le había pasado con su Gixxer. Me recibió alegre y casi emocionado, diría yo, cuando llegué a la venta del cruce de Santa Ana. Llevaba una camisete roja en la que se leía, con grandes letras, "DUCATI", y le pregunté: esa de ahí es mía. Señalaba hacia una Multistrada S de última hornada. Un buen pepino de manillar alto, muy caro. Enseguida llegó un amigo suyo sobre una Panigale 959, aún más nueva. Una de las pocas deportivas RR en el antaño abarrotado párking de la venta, hoy lleno de big trails, naked y algunas custom. Y mi 690.
Javi era un tandero de los buenos, no se perdía una, y llegó a hacerse con una furgoneta grande para usarla de motorhome y pasar fines de semanas enteros en los circuitos de toda andalucía. Me ha alegrado mucho pasar un buen rato con él, y sus calificaciones de las cosas me han llamado mucho la atención.
¿Por dónde has venido?, me pregunta. He venido por San Bartolomé, Alosno, Cabezas Rubias, y de ahí por la carretera de San Telmo hasta la N435, le contesto. "Venir por la autopista y la general hasta Zalamea se me hace pesado con la KTM". Claro, me contesta él. Y me dice "¿Conoces la carretera de Zalamea a Calañas? Esa es muy buena para tu moto."
Claro que la conozco, la cogí hace un par de semanas, le contesto, y él añade, "a esa la llaman la carretera de los corbades". Nos reímos cuando me explica que antaño en la gloriosa época de los quemados quemadísimos de las doble R, al volver a Valverde, los que no querían más "guerra" tiraban por esa carreterilla...
Ah, los buenos viejos tiempos, locura sobre ruedas, mucha velocidad, kneedragging... excesivo y peligroso. Todo ello sobre la N435. Me comenta que la N435 es "el circuito de los pobres".
Como véis, tiene nombre para todo. Javi es carpintero. Le va bien, según juzgo por la moto que lleva. Me alegro.
Mientras tanto, un par de tomas pictográficas en una de las solitarias y perdidas carreteras que he tomado hoy:
La 690, de fábula, no puedo decirlo más alto. Acoplándome al concepto supermotard, me encuentro muy lejos de los límites, aún con los neumáticos sport-turismo que lleva, unos modestos Metzeler Z6. Son los que traía el kit de ruedas, y para esta temporada ahí se van a quedar. No van tan mal. Supongo que no serán tan pegajosos como unos Supercorsa, pero de momento no me han dado ni un solo susto, y estoy cualquier cosa menos cerca de la inclinación que pueden soportar, seguro.
La semana que viene comienza la temporada de moto de campo, pero no me veo con ninguna prisa por montar los tacos, sobre todo si no llueve y sigue haciendo calor.
Por si acaso, la vuelta de hoy ha pasado de los 250 km, que no están tan mal. La provincia de Huelva tiene muchas curvas y paisajes que ofrecer.
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