martes, 8 de septiembre de 2015

The Century

Miro hacia la estantería que preside el salón de mi casa y veo libros, montones de libros que ya he leído, algunos dos veces. Recuerdo casi perfectamente cuándo leí cada uno de ellos, y si me gustaron o no.

Otros, en cambio, quedan en el olvido, pasan sin pena ni gloria.

Esto último me ha ocurrido con "El umbral de la eternidad", de Ken Follet. Tercera parte de la trilogía "The century". Como los dos libros que le precedieron, pasa sobradamente de las mil páginas. No pasa nada, y no me amilana un libraco de estos cuando lo tengo entre mis manos, sobre todo si resulta interesante y ameno. Pero no es el caso de el umbral. 


Una serie de libros que más bien parecen, casi, bovedillas para levantar un muro, que se encuadran dentro del ámbito de la novela histórica, que quiere abarcar todo el siglo XX... es muy difícil. Obviamente pasará de puntillas sobre algunos temas, y tratará con exceso de detalle otras cuestiones. Yo, como español, echo en falta un poco de profundidad, un mínimo de profundidad más bien, en el tratamiento de la Guerra Civil... aunque en realidad, poca trascendencia tuvo para el resto de Europa, esa es la verdadera realidad, y quizá por eso es. Pero eso fue en el segundo libro, "El invierno del mundo". En este último que ahora he acabado, se trata el asunto de la Guerra Fría, la división en dos de Europa, el Telón de Acero, el muro de Berlín...

Me ha gustado bastante la crítica, la denostación, el repudio al sistema comunista. En fin, lo obvio que muchos no quieren ver, quizá demasiados en estos tiempos. Pero no es esta entrada la adecuada para tratar tan manida cuestión.

Lo que interesa es que, a pesar de las 1120 páginas, el libro me ha dejado con una sensación ligera. Es posible que la palabra estafa me haya pasado por la cabeza en algún momento llegando al final. No es de esos que, tras haber ocupado algunas semanas la mesita auxiliar que tengo al efecto en el salón, un buen día le busco sitio en la biblioteca y me deja con un sentimiento de vacío, de pérdida.

Y eso que he detectado un poco más de elaboración en la prosa, sobre todo en el primer tercio del volumen. Bah, un espejismo.

Ken Follet, o "cómo vivir de los réditos de la construcción de una catedral".

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