Dicen que Charles Lutwidge Dogson era un poco aficionadillo a las setas... como mínimo. Lo creo, y más después de conocer su obra cumbre, presentada siempre como cuento infantil (maldito W. Disney, una vez más, ¡¿¡¿qué es lo que has hecho con nuestra infancia, loco!?!?!?!?).
Aunque es bien cierto que muchos pasajes de su obra son grandes y magníficos:
Debo la inspiración de esta entrada a Marta, la kiter más rabiosa y radical de Punta. Deseando que nos veamos entre las olas pronto.