jueves, 5 de diciembre de 2024

El Flite Ti se fue al palco

El sillín Selle Italia Flite Ti tan especial que monta mi Hei Hei restomodificada, con la piel naranja y que tanto me costó conseguir hace casi trece años ya, ha dicho basta.
Lo busqué y lo puse porque es un sillín tope de los años 90, igual que la bici, para que fuera un poco a juego, y el color lo quería para que pegara con el resto de componentes. Sus formas con agraciadas e intemporales, y sus materiales y construcción son de primera, además con raíles de titanio, y un peso entre 210 y 220 gramos, que está muy bien. 
Pero nunca fue un sillín cómodo, al menos para mí, lo que no quita que lo sea o lo fuera para muchos. El caso es que cada culo es un mundo. Además, su diseño es anterior a la introducción de los canales antiprostáticos que hoy día tienen ya todos los asientos de bici.
Por tanto, me alegro y me disgusto a partes iguales.

Véanse en las siguientes tomas los desperfectos acusados por el tiempo y el abuso:




He adquirido un sillín WTB, famosos por su comodidad, de procedencia Kona, así que tiene un pequeño logo de la marca que hará juego con mi Hei Hei modernizada. Ya lo he probado en la oscuridad del garaje comunitario, y estoy francamente contento, pareciera que voy ahora sentado en un sofá.

 

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