lunes, 30 de septiembre de 2024

Gremlins en la Tiger 955

Durante el pasado verano, la Tiger me ha dado un fallito que ocurría, primero, cuando la arrancaba, a los pocos segundos se paraba sola encendiéndose en el proceso el testigo de fallo motor y el de reserva de gasolina. Pulsaba el botón de arranque, y el motor cobraba vida de nuevo sin mayor problema.
Esto lo hizo varias veces, hasta que una vez lo hizo circulando (y la moto bloqueó la rueda trasera en una rotonda con el consiguiente susto). Me orillé, y volví a arrancarla sin más. 
La cosa pasaba de castaño a oscuro, podía ser peligroso, como ya había podido comprobar. De modo que recordé que en el mes de junio, en un grupo de Facebook, alguien había sufrido los mismo síntomas, y la respuesta unánime fue que era un fallo originado en el clausor, que tiene tendencia a ensuciarse y provocar estos fallos electrícos. 
El clausor (ignition switch) es la parte eléctrica del bombín de la llave, que hace que al girar ésta se establezcan los circuitos eléctricos oportunos para que la moto funcione. Así que me armé de valor y me decidí a desmontar, que no es difícil, aunque sí laborioso. Como el bombín viene asegurado con unos tornillos antirrobo, tuve que sacar la tija completa, lo que implica desmontar el manillar y aflojar los tornillos que agarran las barras de la horquilla y la gran tuerca central de la dirección. 
Esto es lo que me encontré en primer lugar:


Lo revisé bien y comprobé que no había ningún corte ni despellejamiento de los cables de colores, y lo forré con la cinta aislante adecuada para estos menesteres:


Desmonté el clausor y la verdad es que tenía roña. Una buena limpieza a fondo y vuelta a montar todo. 
La probé y todo funcionó a la perfección. Incluso el fin de semana siguiente me aventuré a dar un paseo por la sierra... pero en cuanto bajaba la velocidad al acercarme a un stop o un semáforo, por ejemplo, aparecía el fallo de nuevo, ahora más brusco, y sin encenderse los testigos anteriormente mencionados. El síntoma era como si apagara y encendiera la moto actuando sobre la propia llave, se quedaba totalmente sin energía eléctrica. Después esperaba un poco, unos segundos, y volvía a arrancar, funcionando irregularmente, no iba fina. 
Pasando muchas penurias logré llegar a casa no sin antes sufrir diversas paradas más.

Así que me dispuse a desmontar el clausor de nuevo y comprobar todo bien, revisar el cable completamente, la ficha de empalme... Una revisión más profunda, hasta donde mis muy limitados conocimientos de electricidad llegan. Desmontar cúpula, cupolino, localizar ficha, cortar bridas de plástico (fijándome muy bien como va todo para dejarlo después igual), y sacar la tija de nuevo.

La tija con el bombín/clausor, que tuve que desmontar por segunda vez:


Con mi sencillo polímetro comprobé que había continuidad donde la tenía que haber, y que no la había donde no tenía porqué. Moví algunos cables, meneé lo que pude, pero todo estaba perfecto. 
Seguí indagando en la red, foros de habla inglesa, incluso de habla hispana, me empapé de posibilidades, causas y consecuencias, sugerencias y consejos. Me armé de valor, me tracé un plan, intenté aplicar la lógica. 
El fallo venía de algún sitio que suministraba toda la corriente a la moto, y afectaba a TODO. Tenía que ser, por tanto, entre la batería y el bombín de la llave, y ahí sólo hay dos cosas: una caja de fusibles por un lado, y un fusible principal por otro. Parece ser que la caja de fusibles es débil y por la parte inferior, la que no se ve, se pueden ir chamuscando poco a poco los cables en sus uniones a los portafusibles. Yo ya había comprobado que todos los fusibles funcionaban bien (aunque es sabido que aunque con el polímetro estén bien, a la hora de la verdad no hacen efectivamente su trabajo, y hay muchas calidades diferentes, como con todos los componentes). Cambié el que atañe a la ignición, de 30A, por otro de repuesto que había en la propia caja, pro si acaso. 
Y pasé a revisar el fusible principal (main fuse), encontrándome con esto:


¡EUREKA! Se había derretido, pero el fusible no se había fundido. Estaba en un estado terrible, y lo extraje con mucho cuidado con un alicate pequeño. Parcialmente seccionado, se ve que, en frío funcionaba bien, pero en cuanto se calentaba se separaba en algún punto no dejando pasar la corriente.

Aquí lo podéis comparar con uno nuevo por el que lo sustituí:


 Limpié todos los residuos plásticos que pude, y monté ese nuevo fusible, rezando para que fuera esa la causa, y no un cable seccionado interiormente, o la propia ECU. Pero para mi mayor gozo, tras un par de pruebas, la Triumph funciona ahora a la perfección. Aleluya.

Posible explicación: cuando el clausor estaba sucio, había una resistencia al paso de la corriente. Cuando hay resistencia se produce calor, y eso fue lo que fundió y deformó el fusible. No se dieron las condiciones para "saltara" el fusible, esto es, mayor voltaje (12 v) o mayor intensidad (30 A). Ese fusible protege todo el sistema eléctrico de un exceso de voltios por parte de la batería o del regulador/rectificador. La batería es nueva. El R/R trabaja en niveles habituales y normales. 

No obstante, vigilaré mirando el dichoso fusible de vez en cuando para ver si la causa del derretimiento es la que creo o no.

Confusión y rectos en Jerez. Fantasmas del pasado.

Tras varios meses de espera, llegó el 21 de septiembre de 2024, fecha señalada en el calendario de tandas libres para aficionados en el Circuito Ángel Nieto de Jerez. 
Antonio L.A. se encargó de movilizar a algunos de los más quemados de la ciudad, y también algunos conocidos de Sevilla y clientes de su taller, y nos reservó dos boxes para que estuviéramos todos juntos. 
¿Qué decir de las tandas? A los que nunca hayan ido, sólo os puedo comentar que es una experiencia única para un aficionado a la moto, sobre todo si te gustan las deportivas: mucho ambiente, motos exóticas, y la experiencia inigualable de rodar en un circuito mundialista como es el de Jerez. 

Entre los años 2009 y 2011, teníamos una pandilla que entrábamos asiduamente en circuitos a rodar, y lo pasábamos muy bien, era algo ritual y casi ceremonioso, algo casi místico el pertenecer a ese mundillo. 
Pero pasó lo que pasó y el resto es historia. Ha llovido bastante, pero animado por A.L.A., el año pasado rodamos en Portimao dos veces. 

Como digo, no entraba en Jerez desde el año 2010, y se pudo confirmar lo que ya vi en el Autodromo del Algarve: no soy el que era, y se puede aplicar aquello de "cuanto mayor soy, mejor era". 
Muy agarrotado, tenso, nervioso como si fuera la primera vez... los tiempos no han salido, rodando en 2:16, propio de un novato. Hice mis cálculos y llegué a la conclusión de que había perdido un segundo por año de edad. Me parto.

Para colmo de males, en la primera vuelta de la segunda tanda, A.L.A., que me sacaba 500 metros de distancia, perdió una pastilla de freno y se tuvo que salir recto en la curva Nieto, y a continuación me fui largo en Peluqui y tuve que levantar la moto y frenar lo que pude antes de salir por la corta escapatoria de pucelana, para acabar cayendo sin mayores consecuencias físicas. Ahí acabaron nuestras pretensiones, la de Antonio que era bajar de dos minutos, y la mía que era mejorar los tiempos de la primera tanda...

la 749 tuvo que ser devuelta al box en grúa.

Pasados unos cuantos día, monté el piloto trasero y la matrícula para dar una corta vuelta por la ciudad y su ronda de circunvalación, y comprobar que todo funciona bien, como así ha sido, despejando las dudas sobre una posible avería mecánica que pudiera haber causado la salida de pista. No ocurrió tal, fue un error de cálculo mío, o falta de pericia en un momento dado y asumo mi culpa, que se va a traducir en tener que pintar un lateral del carenado. La tanda me va a salir cara.
Al llegar a casa le quité la ropa para eliminar todo resto de piedrecitas que quedaron escondidas en diversos recovecos.


A.L.A. nos ha conseguido unas plazas en el Pirelli Day del lunes siguiente a la cita de WSBK en Jerez, que tendrá lugar el 21 de octubre, para volver a rodar allí. Lo bueno es que esto es gratis y no tendremos que montar nuevas gomas, pues las tenemos poco gastadas. Lo malo es la fecha, que puede haber mucha probabilidad de lluvia. Pero no seamos agoreros y esperemos que podamos disfrutar.