Con las lluvias llegaron los charcos, las lagunas, los barros. Y mi adorada Explosif y sus frenos uve de zapatas no me gustan con agua: pierden eficacia, hacen ruidos raros, y guarrean toda la bici. Es el momento de sacar la Hei Hei.
La tierra ha absorbido la mayoría del agua caída, pero en la parte más baja de algunos senderos se han formado charcos de lodo machacado, algunos verdaderas trampas en las que es fácil quedarse clavado. También encontraremos lagunas en los cruces importantes, unas veces son salvables dando pequeños rodeos campo a través, pero en otros casos hay que dar la vuelta.
Todo se vuelve una pequeña aventura en estas circunstancias húmedas a las que no estamos muy acostumbrados en nuestra zona particular de recreo ciclista btt.
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