Y mi flaca, esa Otero de principios de los años 90 de otro siglo, que debe llevar muchos kilómetros en su cuadro de acero, comenzó a saltar la cadena en uno de los piñones, síntoma inequívoco de desgaste.
Encontrar una piñonera de la época que case con la llanta Campagnolo de entonces puede convertirse en una tarea complicada en este mundo en el que circulamos arrastrados por la obsolescencia programada y los estándares cambiantes en pro del continuo gasto del usuario aficionado.
Sólo queda en mi ciudad una tienda de bicis añeja, la única que ha resistido los embates de los tiempos modernos, de la crisis del 2008, de la era interné, y de la atroz competencia en modo de tiendas físicas que se abren y cierran por doquier: Sport Bici.
Fuera como fuese, tenían no una igual que la mía, sino aún mejor, con algunos piñones, los más grandes, de aluminio. Guau, tope de gama para mi rancia flaca!!!
La piñonera de marca Regina, modelo America Superleggera, de seis piñones en rango 14-21 (sólo para gente de la vieja escuela, absténganse flojillos acostumbrados a las 12 velocidades, compact, cambios electrónicos y amigos de la fibra de carbono), se sirve guardadita en una caja redonda de metal que parece una pequeña bombonera:
bombón |
Tenían otra opción, misma calidad, pero siete piñones en rango suicida 13-19, sólo apta para Induráin, Delgado, Bahamontes o Eddie "el caníbal".
old vs new |
Ahora puedo seguir disfrutando de mi Otero Pentax, no necesito más, y es que en verdad no es poca cosa, cuidao!
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