Cientos y cientos de metros, kilómetros de una línea continua y estrecha entre pinos y pinos y más pinos. Subir, bajar, empalmar virajes, algún garrote, ¡esquiva aquella raíz!, cuidado con la arena...
Aunque noto que los más recientes senderos son más rectilíneos y de curvas amplias, quizá debido a que el 99'95% de usuarios lleva bicis de 29", y que ya empiezan a hacerse grupos de e-bikers que, claro está, circulan a mayor velocidad, no dejan de ser bellos, incluso emotivos.
La experiencia de surcar el terreno por unos raíles en los que el flow, la anticipación, y el manejo adquieren unas características únicas, puede ser algo que te eleva, inspira y gratifica.
La rodilla peluda herida. Sin más. |
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