Esta tarde fui a otra pequeña cosa a Suraventura, tienda de bicis en el centro de la ciudad, donde siempre me han tratado fenomenal, y a veces me acerco sólo por charlar un poco de velocípedos con Laure. Hace unos días surgió el tema de las tan de moda e-bikes, y él me intentaba convencer, haciendo uso de su labor de comercial de las marcas que allí se venden.
Hoy ya no me he podido escapar, ha puesto a mi disposición para probarla una Cannodale Moterra, una bici con cuadro de aluminio y suspensiones básicas, pero que no renuncia a ciertos lujos como su tija pija, o unos frenos sobredimensionados.
Tras una breve explicación sobre los modos de funcionamiento de la asistencia al pedaleo y la configuración de la altura de la tija, me dispongo a desplazarme por la ciudad sobre las ruedas "27 plus", que tienen un tamaño desmesurado para una bicicleta, pero que van de lujo con la ayuda del motorcito eléctrico.
Hay que aclarar que esta es una bici con asistencia eléctrica al pedaleo, y el motor no funciona con ningún tipo de acelerador o gatillo: hay que pedalear para hacerlo funcionar, aunque como todo en la vida, tras un breve periodo de adaptación de unos minutos, enseguida se le coge el truco y somos capaces de ir a todo trapo en el piñón pequeño llaneando casi sin esfuerzo alguno. Es una sensación impresionante, pero no menos que el momento de la aceleración desde parado, dejando clavados a los coches a la salida de los semáforos. Este cacharro anda, y mucho.
Eso sí, el conjunto es bastante pesado, juraría que cerca de 30 kg, y la horquilla es de chichinabo. Las llantas ya estaban un poquitín alabeadas, pero para una conducción normal, sin más pretensiones que pasear por la ciudad, hay de sobra.
No la probé por el campo, y hubiera sido algo interesante, pero en ese ambiente de suelo con poco agarre no sería recomendable usar el moto "turbo", en el que la entrega de par puede ser un poco brusca. La elección de "emtb", o incluso el modo "tour", serían más adecuados y además otorgarán una autonomía extra. También existe el modo "eco", y el modo "off", o apagado, en el que el único motor que moverá el pedalier serán nuestras piernas, pero no lo recomiendo más que en caso de verdadera y pura emergencia, dado que arrastrar tal peso con semejantes ruedas, pueden convertir tan tremendo lastre en algo imposible de remontar en caso de que el firme se incline mínimamente contra la fuerza de la gravedad.
La sensación de pedalear y sentirte un poco Superman es muy agradable, y he hecho varios km a todo trapo sin llegar a romper a sudar y siempre con una sonrisa en la cara.
Todo muy bonito y tal, pero ¿la compraría?
Ummmmmm, la verdad, tan buenas sensaciones dan que pensar, pero en realidad eso no es una bici, y como tal, lo que se haga con ella no puede llamarse tampoco ciclismo (ni mtb, por añadidura). Es algo híbrido, una especie de ciclomotor moderno, y no me imagino a un verdadero atleta, a un ciclista de la vieja escuela, usándola en sus circuitos preferidos...
Hay quien me dice que con una e-bike haces más deporte... algo que considero rotundamente falso: no hay más que bajarse de una y montar en tu bici de toda la vida para desmontar tal afirmación. Con la e-bike desaparece el reto contra uno mismo, el afán de superación, el sudor, la agonía, la endorfina provocada por haber superado una subida imposible, el agarrotamiento de las piernas por la acumulación de km... ciclismo en estado puro.
Es, por lo tanto, un ciclismo impuro y falso, engañoso y tramposo. Es una moto que no es una moto tampoco. Ya os he dicho con esto todo lo que no es. Para saber lo que es tendrán que probarlo ustedes mismos.
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