Al final de la temporada pasada, en septiembre, hice un par de incursiones sin fustras en el foil. Contra todo pronóstico, fui capaz de navegar con dos cacharros diferentes, un muy básico Nobile, primero con un mástil corto de 30 cm, y después con uno de 60 cm; y otro día que el mar estaba más movido, con Slinshot con ala de surf, muy grande, y mástil de 75-80 cm. Este último me costó más trabajo, pues tenía una tabla con mucho volumen que dificulta la operación del waterstart, pero aún así no me rendí y lo logré.
Esto me dio esperanzas y ganas de deshacerme del único fustra delantero que monto en mi propio foil. De cara a esta temporada, y con los térmicos acercándose en el calendario, he decidido además recortar mi mástil, de los originales 93 cm, quitándole 15 cm para dejarlo en unos más moderados 78 cm. ¿Ventajas? Supuestamente, waterstart más fácil, y un poquito más de estabilidad al ir más bajo en relación a la superficie del agua. Ya lo veremos.
En principio iba a recortar más, pero prefiero quedarme corto, que siempre puedo quitar un poco más si me viene bien. Pero si me paso, la operación es irreversible...
El proceso comienza tomando medidas y, lo más importante, verificar y comprobar varias veces que el objeto a cortar está perfectamente alineado, horizontal, y sin ninguna duda que el seccionamiento va a ser completamente transversal, perpendicular, en ángulo de 90º. Tras un buen rato dedicado a tal tarea, con cuidado, despacio, la sierra de cinta hace su función con limpieza:
A continuación, y tras la correspondiente limpieza y eliminación de una pequeña rebabilla, procedemos a tallar las roscas para los dos tornillos que ensamblarán el fuselaje con las alas. Para ello utilizaremos unos machos para métrica 8 mm y paso de 1'125. Esta tarea es fácil porque los agujeros que alojan las roscas están pretaladrados en toda la longitud del mástil:
Voy penetrando despacio, sobre todo al principio, ligeramente lubricado el macho, primero uno más cónico y con los hilos menos marcados, y después uno que termina de tallar, más afilado, que deja el acabado definitivo:
El resultado final, satisfactorio y hasta bonito, jejeje:
¡¡Ahora sólo resta probarlo en el agua!!
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