domingo, 16 de diciembre de 2018

Cosas de la edad

Cuando una máquina tiene 18 años y hay tornillos que nunca se han tocado, expuestos a la suciedad y el agua, puede ocurrir que estén griposos y al intentar sacarlos se rompan. O algo peor, como que en el proceso de extracción se rompa aquello a lo que está atornillado o la pieza que éste sujeta. 

Fue el caso del radiador de aceite de la Monster 900:




La opciones son comprar un radiador usado (nuevo puessss... baratos no son), o buscarse la vida y que alguien te lo suelde. El aluminio tiene su miga, como bien me ha explicado Juan Borrego, ingeniero, soldador y tornero, amén de mecánico, todo ello en sus ratos libres. Con un aparato de soldadura TIG se ofreció gentilmente a ello: 


Algunos problemas iniciales porque no cogía la soldadura, fueron solventados con cepillados enérgicos, un poco de piedra amoladora, y paciencia. Tras otros pocos intentos, por fin se pudo pegar el trozo fracturado. 
Vale, no es una obra de arte, pero tampoco era necesario mayor esmero, pues e radiador va en un sitio poco accesible a la vista, y la soldadura quedará oculta tras los únicos silent-blocks que tiene esa moto. Un win-win total, sí señor. 



Agradecer desde aquí la pronta ayuda del ingeniero, persona ocupada con múltiples responsabilidades, que no ha dudado en perder un buen rato no solo haciendo el trabajito, sino dándome las explicaciones oportunas además. Bravo!!!!

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