Nuestros cerebros no pueden hacerlo, pero la memoria muscular va aprendiendo con el tiempo... y de repente "lo imposible" se convierte en posible, y más tarde se vuelve incluso fácil y relajado.
Y para lograrlo, nuestro "aparato" neuronal, el conjunto cerebro-nervios-músculos, tiene su propio sistema: cuando algo sale bien se producen unas endorfinas que lleva a sentir placer, euforia, sensaciones agradables; cuando fallamos, ocurre lo contrario y aparece malestar, frustración... Así nuestro propio cuerpo premia o castiga nuestra propia habilidad, y con esos premios y castigos vamos aprendiendo. Sólo queda separar lo bueno de lo malo, repetir una y otra y otra vez, y dejar volar un poco la imaginación.
¡Vamos! Somos capaces de hacer mucho más de lo que creemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente, quédese a gusto, pero si firma como anónimo nadie lo verá.