No es enduro. No con nuestras motos. Enduro es otra cosa, es algo inaccesible para una 690, al menos con nuestra técnica, o al menos con nuestra fortaleza.
Simplemente un trayecto por todo tipo de terreno, a ratos enrevesado y cruel, un poco al límite de nuestra capacidad, a ratos más relajado, ahora rápido, después despacio, subidas, repechos y toboganes inclinados, piedras (miles), arena en la que no puedes reducir porque te hundes, charcos que pasas a una rueda a golpe de gas.
Todoterreno. Trail. Hard trail, dirán algunos. En-blando, añadirán otros. ¿Para qué etiquetar? ¿Qué ganamos nosotros con eso?
Son nuestras rutas, tramos que no encontrarás en wikiloc, ni en trackotecas públicas de ningún tipo. Rutas curradas a base de horas observando Google Earth, trabajando el Basecamp y/o Mapsource, y desde luego montado en la moto.
Encontramos unos altos eucaliptus para hacer una parada de descanso a la sombra. Mi compi decide quitar el forro térmico a la cazadora: hemos entrado bien en calor tras el último paso de riachuelos y piedras.
Las austríacas se portan de maravilla, como es habitual. Felices, un poco sudorosos, contentos con nuestras evoluciones sobre el terreno, pronto nos ponemos en marcha de nuevo.
El disfrute es continuo, y ellas se desenvuelven como pez en el agua sea cual sea la misión.
A veces uno se da cuenta de que ser feliz no es tan difícil, que se trata más de un estado de la mente, algo interior.
En mi caso no puedo quejarme, sería tremendamente injusto. He de reconocer que sí, que lo soy, feliz y libre.
Menuda semana, menudo puente de mayo, menuda vida!!!
PURA VIDA.
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