viernes, 3 de febrero de 2017

trabaja, compra, consume & muere (II)

Bufffff, otra entrada de filosofía barata. Abandone usted la lectura de este bloc ahora mismo si no es de esos que se miran el ombligo.

La pregunta de hoy es: ¿Hay realmente una alternativa a la rutina de "trabaja, compra, consume & muere" en la que fácilmente caemos sin darnos cuenta?

Después, lo siguiente es que uno está en una residencia, pensando "¿qué cojones hice con mi vida?".

Conozco a gente que es feliz con esa rutina, o trabaja durante largas horas en un trabajo que les apasiona, lo que es fantástico… pero un montón de  nosotros odiamos nuestros trabajos, nuestras deudas, y sentimos que estamos atrapados, y de algún modo sentimos que nos estamos perdiendo las cosas que verdaderamente importan.

No puede hacer daño, en modo alguno, parar un poco alguna vez, de vez en cuando, echar un vistazo hacia donde tu vida se dirige y realizar algunos cambios si no estás muy contento.


Ya les avisé que dejaran de leer. Ahora mismo, alguno estará chocando su cabeza contra la pared con gran fuerza, lamentándose.


Podría hablar, y por tanto escribir, durante horas sobre este espinoso asunto. Pero prefiero dejarlo aquí y ahora, permítanme esa licencia, en pro de vuestro propio ejercicio de autoexamen. Quizá les lleve a algo nuevo y diferente, quizá no puedan escapar de la "carrera de ratas" en la que están envueltos, quizá simplemente les haya hecho plantearse cosas.

Sea como fuere, por favor, les ruego sean libres al máximo. O al menos crean que lo son.

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