viernes, 23 de septiembre de 2016

La vieja guardia

De este rancio modo se traduce al castellano el original "Old Man's War". Se trata del trabajo más famoso del norteamericano John Scalzi, una autoridad contemporánea en esto de la ciencia ficción. No en vano, este señor ha logrado ganar un premio Hugo a su carrera con motivo de su blog, que rellena a diario, y en el se tratan los más diversos temas. 


El libro tiene todos los ingredientes para convertirse en una novela de acción, de amor, de futuro... pero es, al mismo tiempo, simple, asequible y, sobre todo, divertida de leer. Destila un humor, a veces ácido, y aunque narra cosas que pueden ser terribles, y penetra (puede que de modo superficial, de pasada) en lo que todo soldado se pregunta alguna vez, eso de la validez de sus actos, la moralidad de la cuestión, etc, es una novela que casi apasiona. 
Se lee de un tirón, pues su estilo sencillo y no intentar profundizar en la personalidad y carácter de los personajes ayuda.

El protagonista es John Perry, un señor que al cumplir los 75 años de edad, como muchos otros, decide enrolarse en la Fuerzas de Defensa Colonial, que se dedican, como su propio nombre indica, a defender las colonias de humanos que pueblan la galaxia. Claro, el tema tiene truco, pues acceder a ese ejército implica un rejuvenecimiento físico total, con lo que tenemos a gente con una larga vida en cuerpos de veinte años. Imaginen el cóctel...
Aventuras por doquier, algo de sexo, humor, un poco de filosofía, y viajes por toda la Vía Láctea peleándose con todo tipo de alienígenas en una lucha por el espacio de los mundos habitables.

Recuerda mucho a Starship Troopers (Tropas del Espacio), de Heinlein, y a Forever War (La guerra interminable), de Haldeman, dos auténticos y verdaderos clásicos cuya lectura no puede faltar. El autor no niega estas y otras influencias, pero este libro es distinto, no tan elaborado como aquéllos, aunque en realidad no podría afirmar que es peor ni mejor, sólo un poco diferente. 

A mí, personalmente, me ha entusiasmado, y supongo que a ustedes, si acometen la fácil empresa de su lectura, les encantará.

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