Esta peli de 2006 es la que me tuvo entretenido un par de tardes, fundamentalmente por su metraje (cómo no, excesivo). Casi dos horas de reloj. Siempre me hizo gracia la expresión esa. ¿De qué iban a ser si no?
Desde luego, no sé cómo pudo pasar desapercibida, pero destaca, sin duda, entre la mierda que uno está acostumbrado a tragar cada viernes cuando consulto los estrenos de la cartelera.
Ver en el mismo largometraje a Willis, Sharon Stone, Timberlake y otros, es un plus siempre recomendable. Soy muy fan de Bruce W., pero sobre todo de la genial Stone, y en esta peli lo clavan.
La historia, basada en un hecho real, va de un grupo de jóvenes hedonistas, con poco oficio y sí mucho beneficio derivado del trapicheo con las drogas. Resulta que uno debe pasta a un camello, y para forzar el pago de la deuda, se le ocurre al camello la feliz idea de secuestrar al hermano pequeño del deudor... lo que provoca una serie de consecuencias imprevisibles, hasta el previsible desenlace final, acorde con la realidad y lejos de lo que uno quizá esperaba, confiando en el buenismo de la especie y nuestras ganas de que las cosas sean justas y misericordiosas.
Pues no, no son así, y esta película es una buena prueba de ello.
Me ha gustado, he disfrutado mucho en estas tórridas noches, un soplo de aire fresco.
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