sábado, 23 de julio de 2016

Las normas.

La primera norma del Club de la Lucha es no hablar del Club de la Lucha.

Pero obviamente tiene normas, como todo club. 

Yo no pertenezco a ningún club, no al menos formalmente. Una vez pertenecí a uno, pero duró poco, se disolvió y jamás se volvió a saber de él (que yo sepa). 

Como dijo el forero Sun Tzu en foromtb.com, y no puedo estar más de acuerdo con él:
"Vivimos en un país de pillos, de fanfarrones, de sabelotodo, y a veces alguien te mete una hostia detrás de la esquina, golpe que hay gente que aprovecha como lección intentando cambiar su "parcela de poder", pero sin embargo hay imbeciles que vuelven a doblar la misma esquina una y otra vez."


Pues sí, amigos, hay muchos clubes, incluso clubes dentro de clubes, y a menudo formamos parte de ellos sin saberlo siquiera. Eso es una mierda, pero hay que estar atentos y darse cuenta, y no entrar a formar parte de ellos o librarse de ese peso en cuanto tengamos noción de su existencia (si es que podemos).

Pero obviamente, y lo sé bien por mi formación en Derecho, las normas son necesarias a veces. A pesar de que hay algunas personas que son partidarias de la Teoría del Caos, que propicia su propio Orden Natural, para vivir en Sociedad hay que establecer unas mínimas normas de convivencia, porque no todos pensamos igual, ni actuamos igual, ni tenemos las mismas aspiraciones, deseos ni preocupaciones. Aún así, hay que mantener unos mínimos de conducta, establecidos por los entándares morales imperantes.
Bueno, no es mi intención establecer aquí y ahora toda una teoría de filosofía del derecho, eso sería un rollo para ustedes, aunque les digo que, verdaderamente, es un tema apasionante. En serio.

Yo, en mi vida, he escogido la opción personal de participar lo menos posible. No quiero crear reglas. Ni seguirlas, ni imponerlas. Es una lucha estéril, es la aparición constante del Síndrome del Cabrero que ya expliqué en su día en este bloc.
No propicio la aparición de conflictos en los que sea necesaria la aplicación de la norma (que no normalmente no se aplica y simplemente gana el más bestia, el más chulo, el más ignorante, el que más chilla). Siento que cada vez paso más. Soy un pasota. Intento permanecer praeter legem, y lo único que aplico y que me demuestra que se cumple es el karma, Ley Universal.

Se puede. Yo lo hago, y si yo puedo, cualquiera puede. Esto no es ningún tipo de llamamiento ni proselitismo, sino simple plasmación de lo que quiero creer que es la realidad.

Amén. 

Les dejo, voy a visualizar La vida de Brian, que hace tiempo que no lo hago.

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