Connie Willis nos trae esta novela histórica, con la excusa de la posibilidad de una máquina del tiempo que permite viajar al pasado, que en 1992 ganó el Nebula, y el 1993 los premios Hugo y Locus. Los tres. Toma ya.
Tamaña hazaña no es moco de pavo.
Pero no sé, la verdad. Es de estos libros en los que la ciencia ficción es una excusa, un medio demasiado instrumental, algo que está, que aparece en la trama, pero que igual se podía haber escrito sin su intervención. Y me pregunto seriamente qué habría pasado si esta novela hubiera sido simplemente la narración del impacto de la peste en la Inglaterra del siglo XIV. Con toda seguridad hubiera pasado totalmente desapercibida, ignorada.
Pero, bueno, es que no es sólo eso. Se combina con la aparición de otra plaga en el presente (en realidad es en el futuro del año 2050), una gripe terrible por su contundencia y rapidez de expansión.
Tenemos entonces la comparación de dos épocas, y el tratamiento que se da a las enfermedades en ambas, enfermedades muy graves capaces de diezmar la población. Y ahí es donde está quizá lo curioso de esta novela, el compaginar y desarrollar en una trama paralela cómo los personajes se enfrentan, cada uno con los medios de que dispone, a problemas similares.
Grandes diferencias, claro, no sólo técnicas, sino también mentales, evolución de la cultura, del pensamiento. Claro, lo primero no podría haber sido sin lo segundo, pues es la evolución mental lo que lleva a la tecnológica, aunque se puede notar que en el 2050, igual que pasa hoy día, aún queda mucha gente que sigue pensando como en 1348...
Otorgar esos tres premios a este libro es, sin duda, excesivo. Siempre bajo mi punto de vista. Debió coincidir una ausencia de buenos trabajos en ese momento, o algo así.
De todos modos, la palabra enganchar no es adecuada hasta las páginas finales, pero sí entretiene, sobre todo la parte dedicada a la Edad Media, no tanto a la contemporánea.
Si les gusta el tema, adelante, es casi seguro que echarán un buen rato. Pero si lo que les mola es la ciencia ficción dura, este no es su libro. Lo tengo claro.
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