sábado, 17 de octubre de 2015

twin skim

En el principio fue la tabla tipo wake, vulgo twintip bidireccional, generalmente simétrica, que facilita mucho la vida para el aprendizaje y la práctica de cierto tipo de trucos.

A posteriori llegó el strapless. Recuerdo bien la primera vez que cogí el skim de Lolo. Fue una sensación chula, especial. Casi como formar parte de un club.
Poco tiempo más tarde me hice con un fishboard, una tabla extraña, a medio camino entre una tabla de surf y un skim, con un diseño retro, que ha hecho que aprenda mucho, muchísimo, y me divierta mucho más.

Las olas se miran con otros ojos sobre una tabla de estas, sin cinchas que atrapen los pies, permitiendo que te muevas sobre ella buscando una mejor ceñida, o recortar en las olas con más lujuria.

Con el paso de los meses, una tabla de surfkite entró en mi quiver, y poco tiempo después un twin skim, un invento de Liquid Force para hacer un acercamiento entre dos mundos. Me encantó desde el primer día, y con gran sorpresa me lo regaló el limitador de velocidad por mi cumple. Oh!

Como mi trastero se va llenando de juguetes varios, a veces paso mucho tiempo sin coger mi twin skim, y la verdad es que no lo he tocado en todo el verano... y ahora, con el otoño, lo he redescubierto pero con otra ilusión distinta.
Me considero un kiter un poco más maduro, y aunque me queda muchísimo por aprender, MUCHÍSIMO, ahora veo a ese especial skmmy con otros ojos. Me enamora. Y creo que le puedo sacar bastante rendimiento. El tiempo me dará la razón, estoy seguro, y mientras tanto, aquí les dejo este pequeño montaje de una tarde cualquiera, una tarde que en otras circunstancias hubiera sido desechada para hacer kite, pero que con el skim y mi Contra 15 puede hacerme disfrutar durante horas:


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