No sólo introduce la relación con especies alienígenas distintas en apariencia y en sicología con la nuestra, sino que es capaz de brillar con sus alusiones a la física, sus invenciones técnicas, y sobre todo, cómo no, con la creación de ese espectáculo que es Mundo Anillo, tan bien descrito y situado, recorrido y estudiado, que con la mera lectura de sus páginas (cosa que sucede con inusitada alegría y presteza), uno pareciera que se encuentre allí. Tal es la experiencia de la lectura de tan magnífica novela. Tal es su calidad, que aunque no especialmente brillante en lo que respecta a la elaboración de la prosa, enamora con la historia, y le hizo ganar tres de los mayores galardones dedicados a este tipo de literatura: los premios Hugo, Nébula y Locus.
Sinopsis:
Año 2085: Nessus, un alienígena perteneciente a los titerotes de Pierson, tiene una misión: debe reclutar un equipo para explorar el Mundo Anillo, un territorio ignoto situado más allá del Espacio Conocido. Pronto, gracias a sus dotes de manipulación, consigue reclutar un pequeño equipo conformado por él mismo y otros tres seres tan dispares como complementarios: Luis Wu, el humano aventurero y hastiado, Interlocutor-de-animales, de la beligerante raza de los kzinti, y Teela Brown, humana, atractiva y sin un motivo aparente para formar parte de la misión. Juntos recorrerán el Mundo Anillo, colosal y misterioso, maravillándose ante este insólito espacio que ha perdido sus raíces.
No se puede hacer resumen más suscinto sin revelar algún dato clave que haga deslucir las varias sorpresas que son las que hacen de la lectura de este auténtico clásico una gran experiencia.
Mundo Anillo es, por derecho propio, una obra esencial en la historia de la ciencia ficción, y trata temas muy variados, desde un punto muy técnico a veces, y otras desde una visión humanista o filosófica que nos hace pensar un poco... o no.
Imprescindible.
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