La Galaxia de la Vía Láctea o simplemente Vía Láctea es la galaxia espiral en la que se encuentra el Sistema Solar y, por ende, la Tierra. Según las observaciones, posee una masa de 1012 masas solares y es una espiral barrada. Su diámetro medio se estima en unos 150 000 años luz, equivalentes a casi un trillón y medio de km ó 9480 millones de Unidades Astronómicas (una UA es equivalente a la distancia media entre el Sol y la Tierra, unos 150.000 millones de kilómetros). Se calcula que contiene entre 200 000 millones y 400 000 millones de estrellas. La distancia desde el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 27.700 años luz, es decir, el 55 % del radio total galáctico. La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias llamado Grupo Local.
Se denomina Grupo Local al grupo de galaxias en el que se encuentra la nuestra, la Vía Láctea.
Está dominado por tres galaxias espirales gigantes, Andrómeda, la Vía Láctea y la Galaxia del Triángulo. El resto de galaxias, unas 30, son más pequeñas; muchas de ellas son galaxias satélite de una de las mayores.
Las galaxias libres giran en torno al centro de masas del grupo, situado entre Andrómeda y la Vía Láctea. Además, nuestro Grupo Local está contenido dentro del supercúmulo de Virgo, cuyo centro gravitatorio es el denominado Gran Atractor, hacia el cual se dirige el Grupo Local.
Se ha observado que Andrómeda y nuestra galaxia se acercan rápidamente a una velocidad de unos 300.000 km/s, lo que plantea que pueda producirse una colisión entre ambas dentro de unos 3.000 a 5.000 millones de años, según la masa que tengan estas galaxias. De producirse, tal choque no debe entenderse como el que tiene lugar entre dos cuerpos sólidos, sino que las galaxias se atravesarían la una a la otra produciendo una devastación total. Como resultado, una parte del material de ambas se dispersaría y el resto formaría una nueva galaxia, probablemente elíptica. Si en vez de un choque de este tipo lo que tiene lugar es una aproximación, ambas galaxias se deformarían y una parte del material de cada una de ellas escaparía o se mezclaría, tanto más, cuanto mayor fuera la aproximación, hasta acabar también fundiéndose los restos en una galaxia elíptica, en la que eventualmente acabarían las demás galaxias del grupo.
Fuente de todo lo expuesto: Wikipedia.
El tamaño lo es todo. Pero cuando uno vive encerrado en un antropocentrismo generalizado, se pierde la perspectiva de lo que realmente somos, de dónde estamos... Aparecen las eternas preguntas que han llevado al miedoso hombre a cuestionarse el propósito de su propia existencia, y de ahí a la creación de las religiones y líneas de pensamiento afines.
Sólo en la Vía Láctea hay entre 200.000 y 400.000 millones de estrellas. La nuestra, el Sol, es sólo una de ellas. Pensar que estamos solos en el Universo es algo tan pueril y propio de un idiota sin visión de la realidad que le rodea como que una hormiga obrera crea que su reina es Dios y que están solos en su pequeña porción de cien metros cuadrados a los que se puede expandir su hormiguero en el mejor de los casos...
Ridículo.
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