lunes, 16 de febrero de 2015

Reencuentro

Oh. Sí. En toda regla.

Tras meses sin aparecer por Terramar, el sábado se presentaba a priori como uno de esos días que, a pesar de la previsión generosa, podía ocurrir cualquier cosa. Las borrascas es lo que tienen: pueden adelantarse, retrasarse, pasar de largo, llover o no, y el viento venir de aquí o de allá...


Curiosamente, estuvimos un grupo pequeño de cuatro o cinco para una playa que es kilométrica. A placer.

El viento parecía en principio justo para 12 metros, como me avisaba el Hombre que Susurra a las Cometas. Pero él ha dejado de ser referencia para mí, al menos en cuanto a tamaño de kite a escoger, pues se está dejando ir en cuanto a lastre que rodea su zona abdominal.


Yo deseando probar de una vez la RRD Religion 10'5 que compré hace tres semanas pensando en Manu y el verano (sospechando que con la 9 iba a ir demasiado flojo, pues crece por días), sin dudarlo, la monté y al agua con ella. Sensaciones muy buenas, es un kite muy potente, o al menos así me lo pareció dadas las condiciones de viento. Me llevaba sin problemas, si bien es cierto que el viento iba in crescendo y pronto empecé a frenarla.

La Religion se siente muy estable, no hace cosas raras en vuelo como sí he notado en otras cometas que he probado, enseguida me hice a ella. Tiene menos presión en barra que las Cabrinha, lo que me viene de lujo para la tendinitis en los codos. Y se situa en plena ventana, no tiende a ir al borde, supongo que para facilitar el drift en el surf. Eso hace que sea tirona, potente, y que cueste ceñir con tablas que no sean adecuadas. Con la de surfkite todo fue como la seda. Gira rápido, casi como la Drifter de 9 metros, y cuando la cogí con el twintip y pegué un par de saltos, pude comprobar que tiene una gran sustentación, algo sorprendente para el tipo de cometa que es. En resumen, me ha gustado mucho, tiene un diseño especial, poco visto, y su construcción y detalles son espectaculares.
El viento seguía subiendo, y Manu paró a coger la 7 metros, momento que yo aproveché para engancharme a la 9.


El tío estuvo muy bravo, se lanzó directamente a por el Kitefish en plan strapless, con gran éxito. Le pude ver recortar un par de olitas, y trasluchar sin caerse. Se le da bien, y veo que compartiremos grandes surfeadas. Totalmente.
El Gurú del Viento nos tomó todas estas fotos casi al final de la sesión cuando el viento ya bajaba, con el móvil, en condiciones extrañas de luz y reflejos de agua en suspensión, de ahí la calidad (o más bien la falta de ella).

Minisecuencia de recorte a diminuta ola casi en la orilla casi sin viento ya:



Una tarde fantástica que acabó con el mar bastante revuelto, como es habitual en Punta cuando lleva un par de horas soplando.
Panorama del parking del Terramar mientras nos cambiábamos de ropa:


Típico atardecer espectacular huelvano