sábado, 6 de abril de 2013

Rapaz

Me encantan los animales. Desde pequeñito.
Recuerdo con una sonrisa cuando, siendo muy niño, yo siempre decía que quería ser biólogo... y la verdad, no logro recordar en qué momento de mi niñez o preadolescencia se me olvidó completamente.

Casi que me gustan todos los bichos, grandes y pequeños, incluso los pájaros. Y digo esto, especialmente, porque no a toda la gente le gustan los pájaros. Y eso es algo curioso. Incluso les sorprendería saber que la mayoría de las personas odia a los peces, amfibios y reptiles. Pero yo no, me gustan mucho todos, y suelo encontrar belleza en cada ejemplar que tengo la suerte de ver en libertad, cosa que, por causa del deporte, hago a menudo.

Ah, los pájaros, se me olvidaba. Esta entrada está motivada por una foto con la que acabo de toparme:



Precioso, ¿verdad?
Los he visto en vivo, en el campo. Están ahí, pero es difícil verlos si ellos no quieren ser vistos. Para mí, las rapaces nocturnas son increíbles por muchos motivos: sus cualidades cazadoras, su habilidad en el vuelo, sus especiales características morfológicas... Son la releche!!!