domingo, 7 de abril de 2013

La delgada línea

Cuanto más leo, investigo y estudio sobre el asunto, más dudas me asaltan.

En esa situación me he ido encontrando últimamente, durante más de dos meses ya. Desde que decidí pasar página e intentar vender la Minigixxer, ya empecé a dar vueltas a la cabeza: ¿qué moto sería la siguiente en habitar mi garaje?

Porque si algo tengo claro es que sin moto no me quedo, oigan, no mientras pueda. Pero hay que cambiar el chip. El circuito pasó al olvido, la carretera ídem de ídem, vista la persecución atroz de la que somos objeto por parte de la malamérita. Intentaré no entrar en lo del acoso y derribo.

Siempre me gustó el Dakar, me gustaba cuando lo manejaba Thierry Sabine, y también tras su triste y accidentado fallecimiento. Me gustó en Africa y tambíen me gusta ahora, en América. Porque me gusta mucho, muchísimo, lo de viajar en plan aventura, navegar, atravesar todo tipo de parajes con una máquina capaz de desenvolverse bien en casi cualquier circunstancia.



Vale, cuidado, yo no quiero hacer el Dakar, ni ningún otro raid similar. Nunca participé en carreras ni competición alguna. No va conmigo. Yo monto en moto para disfrutar, y no sólo del placer de montar en moto en sí, sino de todo lo demás que lleva anejo. Ver, descubrir, cambiar de aires, desconectar.

Y aparece el trail. Ahhh, el trail, ese ambiguo término.

Y hablo con unos y con otros, y participo en foros temáticos, y leo montones de artículos, crónicas de viajes, libros, y observo y aprendo. Porque adquirir una moto hoy día es un acto arriesgado, quizá una temeridad. Y hay que ir con pies de plomo para no equivocarse. Lo más importante, lo que hay que tener claro es ¿qué se va a hacer con esa moto? ¿con quién vas a ir? ¿hasta dónde vas a ser capaz de aventurarte?

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Y aparecen opiniones encontradas, y unos recomiendan potencia aunque acarrees más peso, y otros aconsejan la facilidad de manejo de las monocilíndricas. Unos hablan de motos modernas, con electrónica, bonitas y caras, y otros me llaman la atención sobre motos ligeras, de carburador, sin nada que se pueda romper en las frecuentes y posibles caidas en lo marrón (sí, suena mal, lo marrón, pero en los foros traileros se llama insistentemente así al fuera carretera).



Directamente, hay quien hace trail con motos de enduro puro y duro, motos de 400 ó 450 cc, muy ligeras y suficientemente potentes para el campo, pero evidentemente incómodas para más de 20 ó 30 km por carreteras, y al límite de las prestaciones mínimas para adelantar dignamente o acometer un largo viaje cargado de equipaje. Y veo las crónicas y fotos de las "quedadas" de los traileros, y me confundo, y me lío, y me hundo en mis pensamientos. ¿De qué estamos hablando? ¿Qué estamos haciendo?
Gente que acude a una ruta TRAIL con las motos cargadas en carritos!!!! Para no gastar los tacos de las ruedas, dicen, por falta de autonomía, espetan, por incómodas, aseguran...
Señores, redefinamos el concepto. Esto no puede ser. Ustedes lo que son es unos endureros frustrados, que a los 40 ó 50 tacos deciden que el campo a través les mola mucho, pero no son capaces de seguir el ritmo de los endureros de verdad, y vienen a fastidiar a aquellos que sólo quieren hacer una travesía facilona por unas pistas asequibles, incitándoles a pasar por trialeras o acometer vadeos.
No, oiga, no. No hay que mezclar, en la mezcla está el demonio.



Hace poco leí y vi fotos de una multitudinaria excursión aprovechando estas lluvias (sí, parece que el barro gusta), del Club Trail Andalucía, de reputado prestigio. Eso no es un foro, cuidao, es un club en toda regla, no se puede acudir a sus quedadas sin ser socio o haber recibido una invitación de la plana mayor, y hay que cumplir ciertos requisitos... Pues allí iba todo tipo de piloto y/o moto: vespas con guardabarros recortados y ruedas de tacos, motos de enduro de 250 y 400, trail medias monocilíndricas de 650, y maxitrails gordacas de 800 y 1200 cc. ¿Cómo hacer algo asequible para todos? Obviamente, con un grupo grande no hay problema, es fácil sacar de un atolladero a la vacaburra más pesada. Pero, ¿es eso el nuevo concepto de trail? ¿hay que ir en grupos numerosos y variopintos para hacer trail?



Definitivamente, ese no es mi concepto.

Sigo investigando, estudiando, mirando desde el anonimato de la pantalla de mi laptop. Voy perfilando mi idea de moto aventurera, viajera, semicampera o semicarretera, 50/50. Y desde luego no es una moto de enduro disfrazada, ni tampoco una gorda, eso lo tengo claro.