Así se las gasta este chico, ya no tan chico:
Ahí lo llevan, sin pudor alguno. Francisco Rivera, el feo, no el guapo, es uno de esos personajes que usan a menudo (si no a diario) el chándal, aunque jamás se le haya visto practicando deporte alguno.
Por supuesto, si es blanco, mejor, y si lleva por fuera algún cordón de oro macizo, mejor que mejor, dónde va a parar. Además, sin duda está esponsorizado por la marca, porque si no, no se entiende el tamaño de la fuente...
El se baja de su utilitario, un poco económico Audi R8, cuyo precio viene oscilando entre 130.000 y 170.000 lereles, sin contar equipamiento adicional.
Y mientras tanto, esta misma mañana, su muy querida madre pasando uno de los peores ratos de su vida, simulando un vahído a las afueras del Juzgado tras serle comunicada su condena a dos años por blanqueo...