Gran aire, pillar aire, vuelo importante, o, como decía mi colega de descenso en bici Noé: "una volada".
Muchos cometeros coinciden en que lo que más engancha de ello es volar, o la sensación cercana a volar, que se puede conseguir:
Yo creo que hay mucho más. Pegar una volada es interesante y seguramente adrenalítico a tope (ya les contaré si algún día lo hago...), pero hay más, mucho más. La velocidad, clavar el canto en un giro rápido, ver cómo levantas una cortina de agua, o surfear una ola aunque sea pequeñita, ya es suficiente para motivarte al cien por cien.
El nervio antes de entrar al agua, el relax que viene al final, la charla comentando como fue la cosa, el café o la cervecita... hay muchas cosas de las que disfrutar.
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