Treinta y cinco kilómetros y doscientos metros a una media cercana a los 20 por hora, no está mal teniendo en cuenta que por lo menos la mitad ha sido campo a través.
Mi primera incursión off road ha sido un poco frustrante, porque la atrofia del gemelo izquierdo y los tendones que sujetan el tobillo me impiden pedalear de pie más que diez o doce pedaladas, y me resulta imposible bajar por un sendero haciendo bunny hops o pasando por baches y raíces.
Todo se andará. Como prueba fehaciente de mi incursión por los senderos secretos de El Portil, valga esta instantánea:
Una pena que la profundidad de campo elegida no permita apreciar el caminito. |
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