El pasado 18 de Abril sufrí un raspado/cepillado en la mayor de las heridas quirúrjicas que, hoy por hoy, adornan mi peludo muslamen. Diez centímetros de cicatriz, profunda y gruesa, son el mudo testigo y prueba fehaciente de la intromisión en forma de metal que inunda mi extremidad.
Pero también, con aguja de grueso calibre, se tomó una muestra para conveniente y posterior cultivo, y hoy, precisamente hoy, tuve consulta con mi cirujano, el señor doctor E. Belascoain, quien, con gran sorpresa, estaba de excelente humor e incluso se permitió hacer un chiste -predecible y tan malo que no lo contaré aquí-. Me confesó que su humor iba en consonancia con el estado físico de sus pacientes, lo cual me elevó el ánimo.
Bueno, al turrón: dos o tres novedades. La primera es que la famosa infección que me llevó a urgencias el 18 de Abril fue motivada por un ser microscópico denominado pseudomona aeruginosa, un hijoputa de mucho cuidado. Un "bicho hospitalario", según el señor doctor, o sea, que lo pillé durante mi estancia en la 320, o peor aún, en mi paso por el quirófano. Sea como fuere, las señales fisiológicas de mi privilegiado cuerpo indican que ha sido eliminado todo rastro de ello, aunque me ha recomendado que esté totalmente alerta porque el bicho es conocido por su resistencia y perniciosas consecuencias podrían derivarse para mi bonita inserción de titanio.
Quitando esta minucia, ya puedo dormir sobre el costado izquierdo, ya que los fragmentos deben estar suficientemente cohesionados para ello... Y puedo practicar deporte, sí, por fin. Pero sólo puedo nadar. ¡Menudo aburrimiento! Joder. No me deja hacer bicicleta estática, como yo le he sugerido, todavía es demasiado pronto. Quizá después del 27 de Junio, fecha de mi próxima cita, en la que me extraerá los dos tornillos que sujetan el clavo al hueso por su punto más cercano a la rodilla.
Pero algo es algo. Hacer ejercicio es la meta, y siempre se ha dicho que nadar es muy bueno para todo, menos para los hongos de los pies. Ejercicio físico significa que la sangre circule a mansalva por el organismo. A más sangre circulando, más pronta recuperación. Mañana mismo me apunto al gimnasio de al lado, uno un poco pijo, pero tiene pisci, que es lo que importa.
Perdonen ustedes el transcurso de tantos días sin novedades blogueras -¿existe tal vocablo?-. Mi cabeza está llena de ideas y nuevos proyectos, y estoy embarcado en la lectura de interesantes libros que me roban todo el tiempo.
Bien Peter!
ResponderEliminarEsto significa que todo va bien!
Muy buena noticia!
Muchos ánimos y que la fuerza esté contigo!
Gracias, señor acupuntor. Mañana mismo tendré mi primera sesión natatoria y a ver si se me da bien. Lo de flotar avanzando con movimientos repetitivos de manos y pies siempre me aburrio mucho, pero reconozco que tendré una buena motivación para seguir con ello.
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