Yo a lo mío, que es nadar. Y ya saben lo que les conté el otro día sobre la expectación que causó mi salida de la piscina. Pues les pongo una secuencia de mi entrada hoy. Sí, ya sé que falta la parte final, pero el limitador fue amonestado verbalmente por grabar o hacer fotos, que parece estar terminantemente prohibido en el gimnasio. Ni que fuera un puticlú, coño.
En fin, ahí va:
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