Como hoy la enfermera a domicilio me ha quitado todas las grapas, y eran un montón, he recordado que tenía que ir contando alguna anécdota de mi estancia hospitalaria más reciente.
Antes, dado el feedback recibido sobre el éxito de la radiografía famosa, colgaré ahora, para mayor mofa y escarnio al dolor sufrido -ahora miro atrás e incluso me sonrío, pero las he pasado bastante putas a pesar de estar drogado hasta las cejas-, unos pictogramas que pueden resultar interesantes.
En primer lugar, explicaré el concepto de "tracción". Cuando se rompe un hueso como el fémur, hay que aplicar tracción para mantener la pierna con su longitud adecuada, ya que los músculos que rodean el hueso roto tienden a contraerse y formar un bloque, lo que puede resultar muy peligroso porque los fragmentos de hueso pueden cortar y dañar tejidos, arterias, nervios, etc. Claro, uno ve la RX, y sólo ve un puzzle de huesitos muy curioso, pero tengan en cuenta que igualmente hay un buen puñado de músculos aplastados, rotos, vasos sanguíneos triturados, nervios comprimidos y seccionados... un puto desastre, la verdad.
Volvamos a la tracción: se consigue tirando, de ahí su nombre. El método consiste en coger un taladro, atravesar la rodilla con la broca adecuada, colocar un hierrito en el agujero resultante, y enganchar un peso o lastre -en mi caso siete kg- mediante un sistema de poleas. Si les soy sincero, no fue agradable lo del taladro. Al contrario, ha sido la experiencia más gore de mi vida, con mucha diferencia, mucho peor que el impacto de comprobar, tirado en el suelo del circuito, que la pierna tenía una postura absolutamente antinatural. Como les digo, me sujetaron entre cuatro personas, y una enfermera aplicó el black&decker sin contemplaciones y sin esperar a que una suscinta mini-anestesia local hiciera el más mínimo efecto.
Ahora sé lo que siente el cochino cuando es ajusticiado por el matarife de turno, ahora comprendo el chillido atroz del porcino en ese momento final. Yo aullé de igual modo, "para, para, paraaaaaaa", pero nada, siguió hasta que la broca salió por el otro lado.
HORRIBLE.
Todo para esto:
Pensé que estos portugueses estaban locos, sinceramente. Después, una vez en Hispanistán, pregunté a mis enfermeras de confianza y me confirmaron que el método era ese, pero que, curiosamente, hay que gente que ni se enteraba, y otras personas, como yo, que veían el mismísimo Infierno por la puerta principal. Mala suerte, chato.
Les cuelgo, asimismo, una photo del resultado satisfactorio de la primera operación, consitente en eliminar la tracción y colocar un "fijador externo", un mecano de piececillas anodizadas en gris y azulito, muy mono:
La anestesista jefa no me quería operar porque decía que yo tenía pinta de estar medio muerto, y el traumatólogo, a quien seguramente debo mi vida, insistió con un contundente argumento final: "si no le operamos ahora mismo, quizá no le podamos operar nunca.". Imagínense esa conversación conmigo delante, ahí tumbado, hecho una auténtica piltrafa humana, con los niveles de hemoglobina por los suelos, los ánimos casi inexistentes, y con una nula capacidad de raciocinio o de captación de la realidad que me rodeaba.
Al día siguiente de dicha operación, que fue el 1 de Marzo, el doctor Andrés Puente, un jovencito que rondará los treinta y pocos, con pelo rizado y desaliñado, gafas redondas, alto y delgado, me reconoción en la habitación que yo había llegado al Virgen del Rocío en un estado brutalmente lamentable, que aparte de la pierna rota, tenía todo mi ser muy malito, con una gran pérdida de sangre -es lo que tienen las fracturas abiertas y múltiples como la mía-, desnutrido, débil... en las últimas.
Ya está bien por hoy. Esta entrada en principio iba a ser algo gracioso y entretenido, pero ha tomado unos derroteros un poco gore y quizá gratuitamente desagradables, pero quiero dejar constancia de lo mal que lo he pasado, para que así valoren más las cosillas graciosas que contaré en adelante.
Pedro!!! Muy fuerte lo del contrapeso y lo de atravesar la rodilla.
ResponderEliminarUffffffffff. Empieza pronto con las anécdotas graciosas!!!!!
Guau!! Q pasada de fotos, al principio al ver tanto moratón, tanto metal anonizado y tanto pelo he divagado pensando que en realidad estaba ante uno de los fotogramas descartados de una spanish movie sobre la creación de Lobezno para la saga de X Men por su intrínseca dureza.Pero no, motivado por el interés que me produce este blog para la lectura, dicho sea de paso, y por la inconsciente sensación que es la de conocer las posibles consecuencias a las que nos exponemos todos aquellos que compartimos esta afición, de la mano de un gran amigo y un bravissimo piloto que estaba haciéndome sudar la gota gorda en la penúltima tanda antes del desafortunado incident. He de decir que estos mini relatos ponen los pelos de punta a cualquiera y que seguramente harán meditar durante 5 minutos si realmente merece la pena correr semejante riesgo para diluir toda esa adrenalina que a todos nosotros nos produce el llevar más de ciento y pico caballos ( sustituyo el " pico " por 80, para no menospreciar a todos aquellos que no calzan más de 120 o 130 c.v. de una moto Feber,
ResponderEliminarvulgarmente conocidas como " 600 " ). En fin , como ya han pasado esos 5 minutos que he dedicado a la reflexión mientras argumentaba mis palabras....que ganas tengo de volver a Portimao!! Q ganas tengo de que vuelvas a subirte en moto Pedrito.....
hola Wash!!
ResponderEliminaraclareme ud una duda:
¿ahora sigue llevando el fijador externo o un clavo intramedular? Quiero ver la Rx de después de la intervención!
1º.- lo gracioso, en breve.
ResponderEliminar2º.- lo de subirme a la moto de nuevo... no está en mis planes inmediatos, la verdad.
3º.- ahora llevo un clavo no fresado canulado modelo expert 9*340, cerrojo dinámico y estático proximal y distal. TODOS queremos ver la Rx de después de la intervención, pero no me las quieren dar...
Si os da repelús leerlo, imaginaos vivirlo.
ResponderEliminarMucho cuento, mucho cuento!!!!
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