Pero el acicate de estrenar mi nueva/vieja Kona, después de ciertos ajustes y resolver algún que otro problemilla, me fue dando alas poco a poco.
He dejado de lado mi costumbre de acercarme en coche hasta el mismo campo, ahorrándome numerosos km de odioso carril bici, y ahora circulo por ese odioso carril bici que, imagínense, hoy estaba repleto en sus primeros cientos de metros por pescadores sobre el puente, paseantes, grupos de mujeres, algún tontito con el perro, y así sucesivamente. Lo peor, pero he aprendido a tomarlo con filosofía, con calma. Quizá el yoga ha tenido algo que ver con ello...
Una vez en la tierra, acometer las bajadas a toda velocidad por mis senderos habituales, ha puesto a prueba a mis muñecas y antebrazos. Los numerosos kilómetros, y la postura tipo racing obligada por el concepto de la bici, me han cansado más de la cuenta, lo noto, pero sé que es sólo cuestión de acostumbrarse.
La bici se ha portado fenomenal, no ha fallado ni un cambio, los frenos bien, la manejabilidad espectacular, el peso, eso sí, regular, aunque ya la he bajado a 12'150.
Bueno, me dejo ya de rollo que no interesa y paso a poner unos daguerrotipos a color:
Diseñada por el gran Joe |
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