Me llegó ayer, y me ha costado lo mío, no tanto en pasta -bueno, un poco sí- como en tiempo y búsqueda incesante. De hecho, lo quería en 16 dientes, pero no ha podido ser, de modo que en 18 y a adaptarse. Para compensar el desarrollo, tendré que cambiar mi plato de 32 por uno de 36.
Menos mal que de esos tengo un par o tres por el trastero...
Parece una pieza sencilla, pero no lo es tanto. ¿Tan difícil es fabricar una pieza con un mínimo de belleza? ¿Algo que se salga mínimamente de la norma? ¿Algo con un poquito de imaginación, manteniendo su funcionalidad? ¿Algo que sirva tanto al cuerpo como al espíritu?
En acero inoxidable de calidad aeronáutica. Tampoco encontré el piñón Boone de titanio, ya no los fabrican, ahora se dedican a hacer anillos, sí, joyería de titanio, menuda chorrada. Pero la rentabilidad es la rentabilidad, los $ son los $, y punto en boca.
Yo, por si acaso, me he guardado al vendedor entre mis favoritos de la eBahía.
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