Un día cualquiera de esta pasada Semana Santa, hicimos una larga ruta por campo, yo con la TTR, Pedrito R. con su XR650R, y el último fichaje, Blas, con una KTM890Adventure R, desde Huelva, hasta Valdelamusa, ruta minera que ya hemos realizado algunas veces, y que en esta ocasión presentó varios puntos picantes dado el caudal que presentaban varios arroyos que tuvimos que vadear. Lo pasamos muy bien, pero se rompieron las bridas que sujetaban el velocímetro y los testigos de mi yamajita, y tuve que recurrir a un amarre de urgencia con una cincha que llevaba Pedrito, al no disponer de ninguno de nosotros de otras bridas de emergencia (juro que nunca más volveré a depender de los demás para estas lides).
Con tan mala fortura que por llevar demasiado apretada la careta con la susodicha cincha, ésta acabó partiendose y perdí un trozito.
Pasados un par de días, decidí desandar el camino desde Valdelamusa hasta cierto puente, que es donde ocurrieron los hechos, con la Tiger 955i, que me permitiría llegar con celeridad y prestancia hasta la pequeña localidad minera por carretera, y seguir el track al revés por una estrecha pista que era antiguamente una vía de ferrocarril para transportar el mineral. Nada difícil, a pesar del peso de la bicha, algunos baches y escalones, y dos grandes charcos que tuve que cruzar, sin miedo, eso sí, porque ya los pasamos anteriormente y conocía su profundidad y consistencia del fondo.
El viaje, aunque entretenido, fue del todo infructuoso, no encontré el cacho de plástico, y me vine todo el camino de vuelta pensando a ver cómo iba a reparar el desaguisado.
Les dejo ahora algunas instantáneas de los hechos referidos:
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