Me cuesta encontrar un título para la entrada de hoy. Pero simplemente se me ocurre que puede ser un homenaje a mi más reciente creación velocípeda, ya saben, la que me monté con un cuadro Pivot Mach 5 que compré a través de gualapop por modiquísimo precio (ya que el mercado de las bicis de 26 pulgadas está por los subsuelos) y las piezas que conformaban la Da Bomb que tantísimos años me sirvió.
El pasado sábado por la mañana fue la última vez que la disfruté, un par de horas por los pinares habituales, y curiosamente, como de un modo premonitorio, le saqué algunas pictografías en su elemento:
Pues durante la madrugada del domingo al lunes fue sustraída de mi garaje, donde habitualmente descansaba amarrada a la Kona Explosif gravelizada, y ambas a un ancla en el suelo.
el candado limpiamente cortado con cizalla en la oscuridad de la noche |
Desolación. Sorpresa. Estupefacción. Incomprensión. Aceptación.
El objeto sustraído no tenía mucho valor objetivo, la verdad, pero muchísimo subjetivo; era una verdadera sonrisa en la cara cada vez que la cogía, y su funcionamiento era sobresaliente, como ya escribí aquí en su día.
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