Este pequeño libro, escrito por el recientemente fallecido Antonio Escohotado Espinosa y publicado en 2019, llegó a mis manos por casualidad, y he pasado buenos ratos leyéndolo.
En él se cuenta la llegada del autor a Ibiza en los años setenta, su asentamiento y cómo fue conociendo a ciertos personajes, la mayoría outsiders que vivían allí por alejarse del ruido de la sociedad, en un tiempo en que las islas eran poco más que unos desiertos habitados por payeses y sus mujeres bajitas vestidas de negro con pañuelos sobre la cabeza...
Sus experimentos con las drogas, la mudanza de una casa a otra buscando el ideal alojamiento familiar (o comunal), la creación de la discoteca Amnesia... todo lleno de anécdotas más o menos interesantes.
Pero yo creo que la idea de narrar su estancia en las Pitiusas fue llegar al meollo con más enjundia del texto, que es la explicación con pelos y señales de la situación que le llevó a ser detenido, juzgado y encarcelado por un año y un día en el penal de Cuenca.
Para el autor es una catarsis contar lo sucedido, o al menos su versión de los hechos, que es más o menos creíble si uno así lo desea. Tal suceso, y su posterior reclusión en régimen de incomunicación, perfectamente contado con su peculiar prosa, trabajada y al mismo tiempo natural (pues la verdad es que él se expresaba en los mismo términos), por sí solos, merecen la pena la lectura, pues es entretenido y novelesco.
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