Joanna Russ, considerada una de las mejores autoras de ciencia ficción, logró publicar en 1975 esta novela que juega con los conceptos de universos paralelos, viajes entre ellos y a través del tiempo, y utiliza este medio para lanzar un tremendo panfleto feminista, unas veces rayando, y otras entrando de lleno de manera violenta, en el feminazismo más violento y hembrista.
Mezclando sociedades utópicas con la que se vivía en los USA de los años 70, junto con una distopía derivada de una depresión de los años 30 que nunca fue superada, Russ aprovecha para, como buena activista radical, para dar rienda suelta a sus más feroces deseos anti-hombre.
Una pena que una obra bien escrita, con muchísimos detalles poéticos en el estilo, de estructura y planteamiento muy buenos, se vaya al traste por la obsesión enfermiza que se esconde tras la pluma de la autora, de cuyas letras escapa un inevitable resentimiento, una afán desmesurado de venganza, rezuma el odio en casi cada página.
Como fenómeno literario es curioso de leer, pero sinceramente a mí, usar la literatura de ciencia ficción como tan tremendo panfleto... me supera. Una pena porque podría haber sido una obra maestra sin tanto sesgo.
una resentida y
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