Una vez tuve una Harley. Fue una Dyna del 2001, de carburador. Corría el año 2010 más o menos, y yo siempre había querido tener una de esas motos tan bonitas. La historia, el márketing, el glamour, lo original y auténtico... ya saben.
Un día estaba esperando al verde en un semáforo de mi ciudad, y paró junto a mí un enorme todoterreno, el conductor bajó la ventanilla y me saludó, y me dijo que formaba parte de un grupo que salía en motos Harley, que me uniera. Por no ser descortés le dije que los buscaría por internet, y aproveché que el semáforo cambió para salir pitando sin mirar atrás. Nunca más le volví a ver.
Ya formé parte en su día de un club de only Ducatis y, tampoco es que me fuera mal la cosa, pero me acabé cansando de tanta marquitis, camisetas, gorras, bragas y reuniones exclusivas. Siempre he querido ir a mi bola, y casi prefiero ir de lobo solitario en la carretera a rodar en grupo.
Pero si tres tribus (de las muchas que hay en este mundillo) de las que nunca querría formar parte, esas son los harlystas, los muebleuveros, y los escúters. Los dos primeros por su pretendido carácter exclusivo y excluyente, miran por encima del hombro a los demás, ningunean a los que van en motos japonesas, y se creen los reyes del mambo.
Los escúter es que directamente no son motos, son escúter.
Así, si me saluda alguien que va en GS, en HD, o en ESCUTRE, pues me hago totalmente el loco. No pasa nada, no he matado a nadie, y eso seguramente sólo afectara al ego del presunto buen motero que esperaba una respuesta de buen compañero... MUAHAHAHAHHAHHAHA
Por supuesto, después de tener la Dyna, puedo hablar con conocimiento de causa: las Harley son las peores motos del mercado. Con diferencia.
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