El monoposto va poco a poco. Hay que tener paciencia con los artistas. Es sabido que los pintores son muy suyos, y éste, lo reconozco, es un trabajito un poco especial que exige atención y se sale de la rutina de un carrocero al uso.
La cosa ahora está tal que así:
La moto al final va a acabar quedando chula y todo, ya lo veréis!!!!!
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